Las autoridades canadienses se apresuraban el viernes a repatriar el cuerpo de un ciudadano que murió en marzo durante una estancia en Cuba y que fue enterrado por error en Rusia.
Una fuente gubernamental, que no está autorizada a hablar públicamente sobre el asunto, dijo a la AFP que había sido difícil determinar qué había ocurrido con el cuerpo de Faraj Allah Jarjour.
Jarjour se estaba quedando con su familia en Varadero, 150 kilómetros al este de La Habana. El padre de familia estaba nadando cuando sufrió un infarto, según medios canadienses. Una vez devuelta a Canadá, la familia, que vive en las afueras de Montreal, recibió otro cuerpo, el de un ciudadano ruso.
Los trabajadores de la funeraria descubrieron que el hombre en el ataúd no se parecía al hombre de la fotografía proporcionada por la familia. El hombre, según informó el medio canadiense CBC, tenía pelo, tatuajes y parecía 20 años más joven que el quebequense. Jarjour, que llegó a Canadá en 2016 después de huir de la guerra en Siria, era calvo y tenía 68 años.
El canciller cubano, Bruno Rodríguez, quien conversó sobre este tema con su homóloga canadiense Mélanie Joly, precisó que las autoridades cubanas estaban realizando una investigación para esclarecer lo sucedido. El ministro Rodríguez pidió disculpas a la familia por el error y lamentó el “lamentable incidente” en X (antes Twitter). «Estamos muy preocupados por la situación inimaginable en la que se encuentra su familia», afirmó la ministra canadiense Mélanie Joly.
“Lo van a exhumar y enviarlo a Canadá”, dijo a CBC Miriam Jarjour, hija del fallecido. “No es una buena situación, pero no tenemos otra opción. No depende de nosotros, sólo podemos tener paciencia”. Las autoridades cubanas también participan en la repatriación del cuerpo.