Nacido en 1944 en California, Robert Duggan es el tercero de cinco hijos en una familia trabajadora de inmigrantes irlandeses. Su padre, ingeniero industrial, y su madre, enfermera, le inculcaron desde pequeño la importancia del esfuerzo. Esa lección marcaría el resto de su vida, llevándolo a convertirse en un multimillonario cuyo principal interés es el desarrollo de tratamientos contra el cáncer.
Durante su infancia, la familia Duggan enfrentó dificultades financieras: “Nosotros ganábamos alrededor de 800 dólares mensuales. Los últimos dos días de cada mes revolvíamos por la casa buscando monedas de veinticinco centavos, diez centavos y cinco centavos perdidos para pagar las cuentas”, recordó en una entrevista con Investopedia. Estas experiencias formaron su ética de trabajo, enseñándole el valor del esfuerzo y la constancia.
Siendo apenas un adolescente, Duggan ya estaba decidido a mejorar su situación financiera. Su primer negocio, sencillo pero simbólico, fue cortar césped en su vecindario en California: “Mi objetivo cuando era adolescente no era estar en la lista Forbes 400, sino simplemente ganar suficiente dinero para terminar la universidad”, explicó en una reflexión publicada en Entrepreneur.
Pronto descubrió que su enfoque en la calidad y el esfuerzo adicional le traía más clientes: “Cuando hacía un esfuerzo adicional para marcar una diferencia positiva, el dueño de la propiedad quería darme una propina o darme más trabajo”, relató.
Con esa mentalidad, Duggan trabajó arduamente para pagar sus estudios. Aunque ingresó a la Universidad de California, Santa Bárbara y luego a la Universidad de California, Los Ángeles, no llegó a graduarse. Sin embargo, esto no le impidió alcanzar el éxito empresarial.
Su carrera como empresario comenzó en 1971, cuando invirtió 100 mil dólares en una participación del 50% en Sunset Designs, una empresa de bordado infantil. Esta compañía fue un éxito, y eventualmente fue adquirida por un conglomerado británico por 15 millones de dólares. Este fue solo el primer paso de una carrera llena de aciertos.
Cinco años después fundó Paradise Bakery, una empresa que, bajo su liderazgo, logró acuerdos claves para vender sus productos a gigantes como McDonald’s, Disney World y KFC. A lo largo de su vida, ha invertido en numerosas empresas, desarrollando start-ups que luego vendió por millones de dólares.
El verdadero salto de Duggan hacia el éxito multimillonario ocurrió en 2005 cuando invirtió en Pharmacyclics, una pequeña empresa de biotecnología. Inicialmente fue un inversionista, pero en 2008 asumió el cargo de director ejecutivo, cuando la compañía atravesaba dificultades financieras. Bajo su liderazgo, Pharmacyclics se transformó radicalmente, pasando de ser una empresa en problemas a convertirse en un gigante de mil millones de dólares.
El gran logro de Pharmacyclics fue el desarrollo de Imbruvica, un tratamiento para la leucemia linfocítica crónica, un tipo de cáncer de la sangre. Este medicamento fue revolucionario en el tratamiento de esta enfermedad, y su éxito impulsó las acciones de la empresa. En 2015, AbbVie adquirió Pharmacyclics por 20 mil millones de dólares, consolidando a Duggan como uno de los empresarios más influyentes en el campo de la biotecnología.
Este interés en los tratamientos contra el cáncer surgió de una experiencia personal devastadora: la pérdida de su hijo a causa de un cáncer cerebral. A partir de entonces, su motivación por encontrar soluciones innovadoras en el tratamiento del cáncer se volvió aún más fuerte.
Su filosofía empresarial no se basa únicamente en obtener ganancias. Desde el principio, ha guiado sus decisiones con un propósito claro: hacer una diferencia positiva en el mundo: “Hacer una diferencia para mejorar es una idea simple pero muy grande, y se ha convertido en una guía para mí en mis criterios de inversión, en mi operativa diaria y en mi vida personal”, escribió en Entrepreneur. Esta perspectiva lo ha llevado a seleccionar cuidadosamente los proyectos en los que invierte, siempre buscando que sus negocios tengan un impacto significativo.
En 2014, Forbes lo ubicó en el puesto 378 de su lista Forbes 400, que clasifica a las personas más ricas de Estados Unidos. En 2024, Duggan sigue siendo un referente en la lista de multimillonarios, ocupando el puesto 809 a nivel mundial.
Hoy, Robert Duggan sigue invirtiendo en proyectos biotecnológicos y está comprometido con encontrar soluciones que mejoren la vida de miles de personas. Su historia es un ejemplo de cómo el trabajo duro, la persistencia y un propósito claro pueden transformar no solo la vida de una persona, sino también de muchos otros.