Un sábado de rabia y desmesura para la tribuna de la izquierda radical. En varios mensajes publicados en Twitter, Jean-Luc Mélenchon arremetió contra el ejecutivo, protestando contra la prohibición de la marcha anual organizada por el colectivo “Vérité pour Adama”. El excandidato fracasado a la elección presidencial denunció enérgicamente esta decisión, sin dudar en establecer un paralelo con una página oscura de la historia de Francia, que algunos calificarían de peligrosa: “De la prohibición a la represión, de Pétain a los Valores Actuales, el líder del arco republicano está llevando a Francia a un régimen que ya se ha visto”, escribió. Y para añadir: “Peligro. Peligro”.
“Obligó al moscatel”, “el punto Godwin del sábado”, “peligro público”… Estas pocas palabras del fundador de La France insoumise provocaron muchas reacciones en la red social. “Los fines de semana, no deberías dejarle su teléfono”, bromeó, por su parte, el presidente de Génération Zemmour, Stanislas Rigault.
Este mensaje recuerda en particular una controversia que data de finales de 2018. En ese momento, Emmanuel Macron había considerado “legítimo” un homenaje a Philippe Pétain, describiéndolo como “un gran soldado” durante la Primera Guerra Mundial. “La vida política, como la naturaleza humana, es a veces más compleja de lo que nos gustaría creer”, dijo. Estos comentarios habían provocado fuertes reacciones, en particular de François Hollande o del presidente de Crif, Francis Kalifat. Jean-Luc Mélenchon también se sintió ofendido por esta posición: “Pétain es un traidor y un antisemita. Sus crímenes y su traición son imprescriptibles. ¡Macron, esta vez, es demasiado!”, se dejó llevar por el entonces diputado.
En otro mensaje publicado este sábado, el tribuno también protestaba por la exclusión, según ciertos políticos, de sus tropas del “arco republicano”. “¡Cuando tus diputados se niegan a llamar a la calma, abandonas el campo republicano!”, por ejemplo, tronó esta semana la primera ministra, Elisabeth Borne. Mientras tanto, el portavoz del gobierno, Olivier Véran, acusó a los funcionarios electos que deseaban participar en la marcha por Adama Traoré de salirse del “arco republicano”. Una injusticia, cree Mélenchon. “¿Desde cuándo decidieron quién era republicano? Si “el arco republicano” son ellos, ¿a quién envidia? Aurore Bergé, Macron, Retailleau, Le Pen y algunos más, quieren echarnos del asqueroso club. Tanto mejor, nos quedamos con los disgustados”, escribió en Twitter. Antes de publicar, poco después, una portada de un número de la revista Valores Actuales, en la que se cuestionaba al Presidente de la República. “¡Hola arco republicano! ¿Suena como tu? Buen provecho”, comentó irónicamente. Una forma de denunciar la hipocresía, a su juicio, del “arco republicano”, que excluiría a LFI al acercarse a ideas, personalidades o medios de la derecha nacionalista.
Estas posiciones surgen cuando la disensión ha surgido nuevamente dentro de Nupes luego de los disturbios que sacudieron Francia a fines de junio, y los representantes se mostraron reacios a condenar explícitamente la violencia. “Considero que La France insoumise se está descarriando, que no está donde debería estar, que no está donde se espera”, denunció el jefe del Partido Socialista, Olivier Faure.
Aún más recientemente, la reunión del colectivo “Justicia para Adama” también dividió al sindicato de izquierda, EELV y LFI queriendo ir allí, a diferencia del PS y el PCF. Como Jean-Luc Mélenchon, muchos funcionarios electos condenaron la prohibición de este evento en París: Éric Coquerel acusó al ejecutivo de poner a “Francia en el banquillo (sic) de las democracias”, Paul Vannier criticó la “ausencia incomprensible del PS y del PCF en este momento de la verdad” y Danièle Obono consideró que el gobierno legitimó la “revuelta” al prohibir la manifestación.