El expresidente estadounidense Donald Trump rechaza la propuesta de la demócrata Kamala Harris para un nuevo debate en octubre, argumentando que es «demasiado tarde» debido a que las elecciones ya han comenzado en algunos estados del país. A pesar de los desafíos de Harris, Trump se muestra reacio a participar en otro enfrentamiento televisivo.
El primer debate entre Trump y Harris tuvo lugar el 10 de septiembre, donde la opinión general sugiere que Harris dominó la discusión. Ante la insistencia de Harris por un segundo debate en el canal CNN el 23 de octubre, la directora de campaña de Harris, Jen O’Malley Dillon, expresó la disposición de la vicepresidenta de compartir escenario nuevamente con Trump. Sin embargo, Trump rechazó la invitación, mencionando que le gustaría debatir por el «valor de entretenimiento» pero cuestionando la imparcialidad de la cadena CNN.
En el primer debate, Harris logró poner nervioso a Trump sobre temas sensibles como la asistencia a sus mítines, la relación con sus aliados políticos y su reputación internacional. A pesar de esto, Trump declaró que él fue el ganador del debate y criticó la imparcialidad de los moderadores de la ABC.
La retórica antiinmigrante ha sido un tema recurrente en la campaña de Trump, quien ha prometido medidas de línea dura contra la inmigración. Durante un discurso en Carolina del Norte, Trump reiteró sus declaraciones sobre migrantes atacando pueblos y ciudades en el Medio Oeste, sin presentar pruebas. Además, se comprometió a llevar a Estados Unidos a Marte antes de que finalice su eventual mandato.
En medio de su discurso en Carolina del Norte, Trump se dirigió a una multitud desde detrás de un vidrio blindado, en respuesta a un aparente segundo intento de asesinato en su contra. Este incidente se suma a otro ocurrido en julio, donde recibió un disparo que rozó su oreja en Pensilvania. A pesar de estos desafíos, Trump sigue enfocado en su campaña, enfrentando críticas y controversias en el camino.
En cuanto a la situación en Carolina del Norte, Trump se encuentra en una carrera reñida en un estado que ganó en las elecciones anteriores frente a Biden en 2020. Sin embargo, su rival actual, Kamala Harris, cuenta con el apoyo de afroamericanos y jóvenes, lo que podría cambiar el panorama electoral en noviembre.
A medida que nos acercamos a las elecciones, el resultado sigue siendo incierto, con Trump y Harris en una posición cabeza a cabeza en varios de los siete estados clave que podrían definir el resultado final. A pesar de las controversias y desafíos, ambos candidatos continúan movilizando a sus bases y buscando el apoyo de los votantes en esta contienda electoral crucial.
En resumen, la negativa de Trump a participar en un segundo debate con Harris refleja la tensión y rivalidad que caracterizan esta campaña presidencial. Con los votantes ya emitiendo sus sufragios en algunos estados, el tiempo se agota para influir en la opinión pública y asegurar el respaldo necesario para llegar a la Casa Blanca.