Le Figaro Lyon

“Inclusiva, responsable y por supuesto siempre al nivel de los niños”. Los elementos del lenguaje, cantados en la inauguración de la misa mayor anual de presentación del Festival de las Luces por el alcalde de Lyon, fueron expuestos a la prensa, invitada al magnífico teatro Célestins. Su gran sala de estilo italiano acogerá por primera vez un espectáculo interior que revelará la magia del lugar, para que puedas disfrutar de este festival de luces 2023 también durante el día. Éste es uno de los leitmotiv de la versión ecologista del partido: quiere ser “generoso”. Con jornada ampliada, obras participativas “desplegadas” en barrios periféricos y populares. “Para que todas las generaciones puedan reunirse y participar concretamente en la celebración”, que se celebrará del 7 al 10 de diciembre, insta Grégory Doucet (EELV).

Así, 400 habitantes de la meseta de Duchère organizan desde hace varios meses un gran espectáculo popular en el que los vecinos filman sus movimientos. Se integrarán en un vídeo en bucle proyectado para este Soleil de la Duchère. El distrito de Estados Unidos también se sumará a la fiesta. “Incluir también nuevos públicos”, quiere la primera asistente encargada de los grandes eventos, Audrey Hénocque. Esto es lo que pretenderá el artista sordo Anthony Guyon, que presentó su espectáculo VVV (Video visual vernacular) en lengua de signos.

Aparte de estas dos fugas hacia los distritos exteriores, el perímetro no se mueve. En el fondo, la Place Bellecour volverá a estar dedicada a “un espacio de convivencia en torno a los food trucks”, pero esta vez con una propuesta artística en el menú. En este caso, monumentales pompas de jabón que los más jóvenes tendrán dificultades para perforar pero cuyos reflejos podrán admirar. Pequeños a los que volverá a estar dedicado el Parque Blandán como homenaje a la exploración espacial. Se distribuirán cuadernos de juegos a todas las escuelas para empezar.

Siempre en el lado familiar, la obra del cantante y artista visual Philippe Katerine en el parque Tête d’or, llena de “ternura”, ofrece esculturas rosas llenas de redondez. Seis de las 32 obras presentadas estarán en este parque. Es el caso de los tulipanes de colores de los Lumignons du Coeur, un programa solidario en favor del centro oncológico Léon Bérard, en el que los participantes crearán un camino colorido con sus velas hacia el dragón del parque. Continuando por la isla Gandhi, descubriremos géiseres de ensueño antes de encontrarnos con un centenar de amapolas en la Allée Achille Lignon, que pasa junto a Interpol.

Iluminada por la Región desde el 14 de diciembre, la basílica de Fourvière todavía no entrará en el panorama de esta Fiesta de las Luces. Por otro lado, encontraremos el tradicional gran cuadro de las orillas del Saona. La obra creada por Franck Dion, a partir de la película de animación, revelará las criaturas del río mezclando mapeo y animación. “Es la ilustración de estos nuevos escritos en términos de proyectos y videomapping, con un universo ilustrativo muy fuerte”, sostiene Marion Traversi, responsable de proyectos del Festival de las Luces.

Justo detrás, la catedral de Saint-Jean estará destacada por un dúo alemán con un universo muy gráfico que constituye “un camino de renovación” para este gran clásico del festival, cuyos visitantes admiran siempre el rosetón llameante de mil colores. Por lo tanto, se asume plenamente el inconformismo y el diseño de vanguardia. “Vamos a ver la catedral de una manera nueva y, aunque la idea parezca un poco compleja, la realidad de la visión hará que el público se deje llevar”, supone Julien Pavillard, coordinador general del festival. En el mapeo siempre trabajamos el volumen y el relieve, eso es lo que funciona y eso es lo que vamos a encontrar nuevamente este año”.

Una apuesta también por la plaza de los Jacobinos, confiada al estudio francés 1024 que utilizará luz, láser y humo para ocultar y revelar su sublime fuente. En cuanto a la Place des Terreaux, cuyas cuatro caras cerradas permiten grandes frescos, también verá una obra experimental con la proyección de imágenes de las primeras películas de los hermanos Lumière en una versión remodelada por inteligencia artificial. Entre tradición y modernidad. “La obra plantea la cuestión de la inteligencia artificial y sus efectos, pero con un trabajo muy cinematográfico para lograr un efecto ‘wow’, para atraer a la gente a una sensación de asombro y un efecto que agradará enormemente al público”, asegura Julien Pavillard.

Lejos de los cuadros grandes, coloridos y a veces criticados, “la Fiesta de las Luces es una tradición que queríamos mantener viva y evolucionar”, afirma el alcalde de Lyon. Con grandes obras pero también otras más íntimas que te hacen pensar. Como este tótem de 32 bañeras en la Place de la Bourse. ¿Incluso si eso significa perder al público en general? “El público general es la suma de todos estos públicos”, explica Grégory Doucet. “Aportamos un enfoque más cultural, hacemos preguntas”, reconoce Julien Pavillard. Pero siempre queremos tener un enfoque público muy general en lo que demostramos”.

Más clásico, Gilbert Coudène, habitual el 8 de diciembre, volverá con Étienne Guiol y su obra Redessine-moi Lyon, que anima el famoso fresco del Lyonnais. La Cuenca de la República se iluminará con un fuego de bambú de nueve metros que brillará durante la noche. Y Soleil nuit de Sébastien Lefevre bañará la Place des Célestins con reflejos de lentejuelas. Esta vez de noche.

Se esperan más de dos millones de visitantes para esta edición del Festival de las Luces, lo que representa una inversión de 2,2 millones de euros, de los cuales 700.000 financiados por los mecenas. El retorno de la inversión para el territorio es del orden de 1 a 8, según Audrey Hénocque, también asistente financiera. Todo en un contexto de seguridad particular, pero no inédito, ya que el plan de Orsec para el Festival de las Luces data de 2016, el primer año de su regreso después de los atentados.