De nuestro corresponsal especial, en Anaheim (California).
Los fanáticos han estado esperando con impaciencia, el editor de videojuegos Blizzard está de regreso con nuevos anuncios. Tras tres años de ausencia, relanza su evento anual: la BlizzCon. Durante dos días, miles de fans caminarán por los pasillos del Centro de Convenciones de Anaheim, cerca de Los Ángeles. Aglomerado frente al escenario principal, el público está pendiente de los labios de los representantes de Blizzard. El presidente de la editorial, Mike Ybarra, da la introducción a esta nueva edición. Anuncia un invitado misterioso, que no es otro que Phil Spencer, director del sector de los videojuegos en Microsoft. Si se trata de su primera BlizzCon, su llegada es simbólica, sólo unas semanas después de la validación de la adquisición de Activision por parte del gigante informático, y la conferencia continúa con representantes del juego Overwatch, que revelan el personaje número 39 disponible para los jugadores: Mauga. . En una de las licencias insignia del editor, Diablo IV, lanzada en junio pasado, los jugadores ahora tendrán acceso a una nueva expansión del juego: Vessel of Hatred. La sala ahora tiembla por los anuncios sobre Warcraft, una de las licencias más antiguas de Blizzard. Para John Hight, director general de Warcraft, “hoy es un gran día” para el videojuego. Afirma así que se abre un nuevo capítulo para los próximos treinta años.
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En World of Warcraft Classic, ciertos elementos experimentarán un resurgimiento, como jefes reinventados o nuevas recompensas. Lanzamiento previsto para el 30 de noviembre. Chris Metzen, director creativo ejecutivo de World of Warcraft, sube ahora al escenario, ante un público delirante. Anuncia la saga Worldsoul, que se desarrollará a lo largo de varias expansiones, “durante los próximos años”. En lugar del habitual anuncio de expansión, Chris Metzen anuncia tres: The War Within, Midnight y The Last Titan.
Estos anuncios fueron esperados con impaciencia por los fans, tras el anuncio de la adquisición de Blizzard por parte de Microsoft. Este matrimonio, valorado en 69 mil millones de dólares, permitirá al editor de videojuegos iniciar una nueva era, después de años complicados. La empresa no había contado con el entusiasmo de los jugadores por estos últimos juegos y fue acusada en particular de hacer la vista gorda ante los actos de acoso sexual dentro del grupo. Se abre así un nuevo capítulo para Microsoft y Blizzard, que promete muchas novedades en el sector de los videojuegos.