“A veces tienden a exagerar”, argumentó el pasado mes de agosto el diputado de la Agrupación Nacional (RN), Thomas Ménage, sobre los científicos del IPCC. En medio de una ola de calor, el frente electo instó a la gente a no “seguir estúpidamente los datos” del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático. Sus comentarios siguieron los pasos de los de Marine Le Pen, quien tres meses antes ya había dicho: “El IPCC siempre ha sido muy, muy alarmista”.

Para dejar atrás estas salidas consideradas climáticamente escépticas, el diputado del Loiret se reunió el lunes, junto con su colega Jean-Philippe Tanguy, dos miembros de la organización científica del Laboratorio de Ciencias del Clima y del Medio Ambiente de Saint-Pierre. ). Los dos elegidos fueron recibidos así por Valérie Masson-Delmotte, copresidenta del grupo de trabajo 1 del IPCC de 2015 a 2023, y por François-Marie Bréon, colaborador del quinto informe del organismo internacional.

“La oportunidad de discutir el cambio climático, sus causas, el trabajo de los científicos y las soluciones que propone la RN”, resumió Thomas Ménage en X (antes Twitter). Su anfitrión, el físico climatólogo François-Marie Bréon, aprovechó la ocasión para afirmar que «la ciencia es apolítica» y se dijo «feliz» de recibir a los diputados RN. «Las conversaciones permitieron disipar malentendidos por ambas partes», concluyó.

Si el científico asegura el carácter apolítico de esta reunión, el partido detrás de la llama pretende abordar el tema divisivo del cambio climático. Contra una “ecología punitiva” y un “decrecimiento”, los diputados marinistas dicen apostar por una doctrina medioambiental articulada en torno al pragmatismo y al progreso tecnológico. Una forma de estimular su base electoral, reacia a una ecología percibida como elitista.