Le Figaro Burdeos

¿Se podría construir una central eólica no lejos del Château de la Ligerie (Dordoña), donde el General pasaba sus vacaciones de adolescente, antes de entrar en Saint-Cyr? Este es el proyecto por el que varios cargos electos y habitantes del Périgord luchan con ardor desde hace casi diez años, y que está experimentando un nuevo giro. Este martes 6 de junio, en el marco de un recurso contra el proyecto examinado por el Tribunal Administrativo de Apelación de Burdeos, el ponente público se pronunció a favor de la anulación de una decisión de 2019 que autorizaba la instalación de este parque eólico. Un primer paso.

Sin embargo, el alcalde de Champagne-et-Fontaine, la ciudad de unas 400 almas donde se instalarán estos aerogeneradores, aún no declara la victoria. “Este proyecto ha estado en marcha durante más de diez años y vamos de apelación en apelación”, lamenta Pascal Devars. En las uñas desde 2014, este sitio apoyado por el Estado prevé la creación de cinco aerogeneradores de 165 metros de altura. “Mástiles muy altos”, subraya el concejal, por la irregularidad de los vientos. El funcionario electo recuerda que la población de la ciudad es casi unánime en su oposición a este proyecto, que también afecta a la ciudad de La Rochebeaucourt-et-Argentina. Los dos pueblos también se encuentran en el valle de Nizonne, parte de la red Natura 2000.

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Recordando que su ciudad está «bien provista de castillos», el concejal juzga que este proyecto socavaría el patrimonio que rodea la mansión de Ligerie. Un lugar cargado de historia ya que, tras ser vendido por la familia del General de Gaulle, fue comprado por la de Jacques Chaban-Delmas, compañero de la Liberación. Durante la Segunda Guerra Mundial, esta mansión sirvió como lugar de reunión para los combatientes de la resistencia. «Si nuestro ex presidente y salvador de Francia viniera aquí y encontrara su sitio con un campo de turbinas eólicas alrededor del pueblo, creo que probablemente diría ‘en qué Francia sagrada nos hemos convertido'», atormenta Pascal Devars.

El propio prefecto de Dordoña se había negado a autorizar la instalación de estos aerogeneradores pero, en julio de 2019, la justicia anuló esta negativa y emitió la correspondiente autorización ambiental. Este martes, en el contexto de un recurso, presentado en particular por el municipio de Champagne-et-Fontaine, “el ponente público concluyó en la audiencia proponiendo mantener que esta autorización requería una excepción por daños a especies protegidas (oedicnema gritando, grulla común, avefría crestada y chorlitejo dorado)”, explica el tribunal administrativo de apelación de Burdeos. “Estamos justo en un corredor migratorio”, subraya Pascal Devars. “Incluso tenemos cigüeñas y grullas que aterrizan desde hace algunos años”.

El ponente concluye “con la anulación de la resolución de julio de 2019 en la medida en que expide la autorización ambiental sin prever esta derogación”, por lo que prevé “la suspensión de los efectos de la autorización a la espera de la expedición de esta derogación”, lo que supondría poner un freno adicional en el sitio. El Tribunal de Apelación, que suele seguir las recomendaciones del relator público, tomará su decisión en un plazo de tres semanas. Si sigue este consejo, el proyecto tomará la iniciativa.