Seis escolares de Sochaux (Doubs) serán juzgadas en julio por el violento ataque filmado contra uno de sus compañeros de clase, supo el viernes la fiscalía de Montbéliard.

Cinco fueron excluidos definitivamente del colegio y el último aún debe presentarse ante un consejo disciplinario, según el rectorado, que precisa que el estudiante víctima y su familia cuentan con el apoyo del establecimiento.

Los hechos ocurrieron el 28 de marzo en el vestuario de un gimnasio universitario, al margen de una clase de deportes, declaró a la AFP Paul-Edouard Lallois, fiscal de Montbéliard, confirmando informaciones de L’Is Republican. La víctima, de 14 años, fue “reprendida por un compañero de clase” que supuestamente le acusó de haber hablado de su vida privada a sus espaldas.

Llegó a insultarla, antes de agredirla físicamente, agarrándola “por el pelo” y haciéndola caer al suelo antes de “patearla”, continuó el magistrado. La escena, que duró “unos segundos”, fue filmada por otras cuatro colegialas. Un quinto se acercó al autor de la violencia para decirle básicamente “está bien, ella recibió su parte”, según el magistrado. La víctima sufrió una contusión en un muslo y un shock postraumático. Se observó un ITT de dos días.

“Particularmente conmocionada”, la víctima no habló de los hechos a su familia. Sólo dos días después su padre se enteró “que circulaba entre los estudiantes” un video que mostraba a su hija siendo abusada sexualmente” en las redes sociales de los estudiantes. La llevó a la comisaría para presentar la denuncia, explicó el fiscal. Las cinco escolares cómplices fueron detenidas el lunes en el establecimiento, día del inicio del curso escolar en Borgoña-Franco Condado. El autor de los actos violentos fue detenido el jueves.

Este último está siendo procesado por violencia agravada. Puesto bajo supervisión judicial con prohibición de contacto con la víctima y otros sospechosos, fue internado en un hogar. Los otros cinco están siendo procesados ​​por complicidad en actos de violencia, «bofetadas felices», el hecho de filmar una escena de violencia sin intervenir, lo que constituye complicidad, incluso si el vídeo no hubiera sido difundido, elementos de los cuales los adolescentes no tenían conciencia, explicó el magistrado.

Los seis acusados, desconocidos para los tribunales, serán juzgados en julio. Estos hechos ocurrieron en un contexto marcado recientemente por varios hechos violentos atribuidos a adolescentes.