La fiscalía solicitó el jueves 14 de septiembre duras penas, de hasta 25 años de prisión, contra cuatro acusados ​​juzgados por el linchamiento acompañado de tortura de un joven narcotraficante en una ciudad de Marsella, para enviar “un fuerte mensaje en estos barrios donde la violencia y reina la ley del miedo”.

Mathieu, de 16 años -el nombre ha sido cambiado-, sorprendido en agosto de 2019 traficando con algunos gramos de cocaína y cannabis sin la autorización de los responsables de la red de la ciudad Félix-Pyat, había sido molestado, secuestrado y torturado. “Vivió un viaje hasta el final del infierno”, lanzó su abogado, Sr. Xavier Torré, recordando que fue quemado cuarenta veces con un cigarrillo y con un soplete en los genitales. “Era el 5% de su cuerpo el que esencialmente estaba quemado en tercer grado, y un cigarrillo encendido son 800 grados”, insistió el abogado. El peritaje señaló que un mes después de su encierro durante una noche entera, el adolescente aún lucía la marca de sus ataduras en sus muñecas.

Los cuatro acusados ​​fueron remitidos por secuestro, secuestro con tortura y actos de barbarie. Pero, en su acusación, la fiscal general Vinciane de Jongh distinguió entre dos de ellos, que sólo podían ser condenados por secuestro, y los otros dos por secuestro acompañado de actos de tortura y barbarie.

Pidió la pena más severa, 25 años de prisión, contra El Kabir M’Saidie Ali, señalado como “principal autor”. Este hombre de 24 años cuestiona su presencia en la ciudad en el momento de los hechos. Un testigo bajo X lo nombró como uno de los dos torturadores que quemaron a la víctima «por diversión, para comprobar si eran capaces de torturar a alguien».

Durante una grabación de voz, Mathieu reconoció entre seis voces la de este acusado, al que no había podido ver porque tenía los ojos vendados durante los abusos. Uno de los investigadores contó al jurado cómo la joven víctima se “descompuso” cuando escuchó esta voz al otro lado de una puerta.

Se solicitó una pena de siete años contra Abou Bacari Madi, de 23 años, quien, según el fiscal general, habría obstaculizado un intento de Mathieu de escapar del local donde se encontraba detenido. “Por curiosidad fui al local”, explicó. Había un grupo y le dijeron que volviera a entrar para no llamar la atención, tenía la cara magullada y caminaba con dificultad”.

Otros dos imputados, a ojos del fiscal general, sólo participaron en el secuestro. Pidió nueve años de prisión contra Kassim Ahamada, de 30 años, reconocido formalmente por la víctima como miembro de la “manada de unas quince personas” que se le habían echado encima después de que un observador de la red descubriera que actuaba como “autónomo”. Hablando de una “historia enfermiza”, Kasim Ahamada niega las palizas con una barra de hierro de las que le acusa la víctima, asegurando que no pone un pie en la ciudad de Félix Pyat desde finales de 2018 por una “confusión por una niña” con un vecino.

Se solicitó una pena de prisión de siete años contra Hichem Mchangama, de 22 años, el único acusado que reconoció «los tacos y las patatas» que le llevaron a la víctima, uno de los primeros que interrogó y probablemente registró a Mathieu. “Es a través de su acción que la víctima es entregada a la manada”, señaló Vinciane de Jongh. “Le golpeé y me arrepiento sinceramente”, se arrepintió por la mañana el acusado.

Los abogados de tres de los acusados ​​defenderán su absolución y se espera el veredicto el viernes por la noche.