Cientos de personas rindieron homenaje el viernes 11 de agosto en Quito a Fernando Villavicencio, uno de los favoritos de las elecciones presidenciales de Ecuador, asesinado a balazos el miércoles 9 de agosto al término de un mitin electoral. A última hora de la noche del viernes, el cuerpo de Fernando Villavicencio fue sepultado en el cementerio de Monteolivo, al norte de la capital, en una ceremonia privada a la que asistieron pocos.
Previamente, el féretro del experiodista había reposado en un centro de convenciones, ubicado en el norte de Quito. En las paredes colgaban enormes pancartas con la imagen de este centrista de 59 años, asesinado a tiros el miércoles por un comando de sicarios colombianos pertenecientes al crimen organizado, según las autoridades.
“Mi poder está en la Constitución” se podía leer en un simbólico pañuelo presidencial, colocado sobre el féretro cubierto con la bandera de Ecuador. Una pantalla gigante transmitió videos del candidato, quien quedó en segunda posición por intención de voto en la primera vuelta de la elección presidencial del 20 de agosto.
Seis colombianos fueron detenidos tras este magnicidio. Un séptimo agresor, también colombiano, fue abatido por las fuerzas de seguridad. «Anteayer acribillaron a balazos la democracia, anteayer mutilaron parte de la lucha contra la corrupción», dijo Antonio López, su jefe de campaña, durante el acto de homenaje. Feroz defensor de la corrupción, Fernando Villavicencio, exdiputado, se postulaba por primera vez a la presidencia del país.
“Lucharé hasta identificar (a los culpables) y no dejaré esto impune”, aseguró su amigo Christian Zurita, periodista con quien había realizado una investigación que llevó al expresidente de izquierda Rafael Correa (2007-2017). ) en el muelle. Refugiado en Bélgica, Rafael Correa fue condenado en rebeldía a ocho años de prisión por corrupción.
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Fernando Villavicencio quedó en segunda posición en intención de voto en la primera vuelta (13,2) %, detrás de la abogada Luisa González (26,6 %), cercano a Rafael Correa. Fue diputado en la Asamblea Nacional disuelta en mayo por el presidente Guillermo Lasso para poner fin a una grave crisis política. Luego de este magnicidio que conmocionó al país, Guillermo Lasso decretó el estado de emergencia por un período de 60 días para garantizar la realización de las votaciones. Se mantuvo la primera vuelta, el 20 de agosto.
El presidente también declaró tres días de duelo nacional y acusó al «crimen organizado» de estar detrás del magnicidio. Los candidatos presidenciales Yaku Pérez, Xavier Hervas, Otto Sonnenholzner y Bolívar Armijos firmaron un «acuerdo por la seguridad y la paz», en el que piden «medidas urgentes» para garantizar el buen desarrollo del proceso electoral.
También exigieron que la investigación del magnicidio se lleve a cabo de manera «rápida, transparente y rigurosa». La semana pasada, Fernando Villavicencio, quien estaba bajo protección policial, había denunciado dos veces amenazas contra él y su equipo.
En los últimos años, Ecuador ha enfrentado una ola de violencia ligada al narcotráfico que, en pleno proceso electoral, ya se saldó con la muerte de un alcalde y un candidato a diputado. El país, ubicado entre Perú y Colombia, los mayores productores de cocaína del mundo, fue una vez un remanso de paz. En 2022, Ecuador registró una tasa de 26 homicidios por cada 100.000 habitantes, récord para este país de 18,3 millones de habitantes.