«Prohibición de llevar el burkini en el dominio público marítimo de Fréjus». David Rachline publicó este miércoles 2 de agosto una nota de prensa prohibiendo nadar en burkini en las playas de su localidad. El concejal explica que esta decisión viene motivada por el deseo de «garantizar la seguridad de los bañistas» y «no complicar las operaciones de rescate en caso de aparición de ahogamiento». La nota de prensa recuerda que en Francia se registraron 362 ahogamientos en el período comprendido entre el 1 de junio y el 12 de julio de 2023. “Además, es fundamental hacer prevención e introducir reglas de sentido común”, añade.

Además, “llevar un traje que cubra y sea amplio no es compatible con las normas básicas de higiene, en el contexto de la natación en el espacio público marítimo”, declara el alcalde RN en este mismo documento. Sin embargo, este decreto no prohíbe “el acceso a las playas de la costa de Fréjus”.

David Rachline, alcalde de Fréjus desde abril de 2014, ya había emitido una orden similar el año pasado. Fue en mayo de 2022, tres días después de que Éric Piolle, el alcalde de Grenoble, autorizara el uso del burkini en las piscinas de Grenoble. «No puedo comprender ni compartir tales excesos que van en contra de nuestro principio republicano fundamental de laicismo», declaró el alcalde en un extenso comunicado de prensa. “Veo allí una complacencia culpable con el islamismo radical, con fines electorales y desafiando la cohesión nacional”, dijo. Por eso había decidido «como alcalde de Fréjus, garante de la higiene y la seguridad pública, modificar los decretos correspondientes para especificar explícitamente la prohibición del burkini».

Leer tambiénCéline Pina: “Con Éric Piolle, los islamistas han encontrado su caballo de Troya”

La ciudad de Fréjus no es la única que ha implementado tal decreto municipal. Desde 2012, la ciudad de Mandelieu-la-Napoule, en los Alpes Marítimos, ha prohibido el acceso a las playas y al baño a personas vestidas con ropa “que no respete las normas de salud y seguridad”. El municipio fue demandado al respecto en 2023 por la Liga por los Derechos Humanos. El tribunal administrativo falló primero a favor del alcalde de la localidad, Sébastien Leroy (LR), alegando que la norma permite «evitar que se produzcan alteraciones del orden público sin causar perjuicios graves y manifiestamente ilegales» a las libertades . La Liga luego apeló al Tribunal de Casación.

El 17 de julio de 2023, el Consejo de Estado tomó su decisión. Suspendió el decreto del municipio de Mandelieu-la-Napoule alegando que esta prohibición solo puede justificarse en caso de «un riesgo actual y probado para el orden público». Según el Consejo de Estado, en aplicación de jurisprudencia reiterada, «la prohibición de acceso a las playas a personas que lleven prendas que manifiesten ostensiblemente una filiación religiosa, como el burkini» vulnera «la libertad de ir y venir, la libertad de conciencia y libertad personal”. Señala que para justificar una alteración del orden público durante el verano de 2023, “el municipio no menciona ningún incidente reciente” y solo recuerda hechos ocurridos “hace 7 y 11 años respectivamente y el contexto general de amenaza terrorista” tras el Niza. ataques en 2016 y 2020.