El crecimiento de la actividad económica francesa alcanzó el 0,2 % en el primer trimestre de 2023, respaldado por el dinamismo de la producción industrial y el comercio exterior, informó este viernes el Instituto Nacional de Estadística (Insee). Esta primera estimación del producto interior bruto (PIB) es ligeramente superior a la previsión del INSEE, que prevé un aumento del 0,1% durante los tres primeros meses del año, pero en línea con las últimas previsiones del Banco de Francia.
El ministro de Economía, Bruno Le Maire, elogió la “solidez” de la economía francesa, cuyos “fundamentos se mantienen”. “Las empresas continúan invirtiendo y creando empleos, lo que nos acerca a nuestra meta de pleno empleo”, agregó.
Mientras el consumo de bienes de los hogares cayó un 0,2% en el primer trimestre con un marcado descenso en los alimentos, golpeados por una inflación de dos dígitos, la producción de bienes y servicios se aceleró un 0,4%.
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La industria manufacturera, sobre todo, mostró dinamismo (0,7%). A medida que la producción de energía se benefició de la reapertura de las centrales nucleares, la producción se recuperó en las refinerías, ya que las huelgas de marzo contra la reforma de las pensiones fueron «menos significativas» que las de octubre del año pasado, detalló Insee.
Debido al aumento de las exportaciones y la caída de las importaciones, el comercio exterior contribuyó positivamente, en 0,6 puntos porcentuales, al crecimiento del PIB entre enero y marzo. El INSEE también ha revisado a la baja las cifras de crecimiento del tercer (0,1%) y cuarto (0%) trimestres de 2022 en Francia en 0,1 punto, sin que ello afecte al incremento del PIB del 2,6% registrado para el conjunto del año.