El Defensor de los Derechos está preocupado por una intensificación de los riesgos de ataques a la libertad de asociación, un desarrollo «altamente problemático en un estado democrático», supo este viernes la AFP de la institución independiente.
«La libertad de asociación es uno de los principios fundamentales de una sociedad democrática (…) Desde hace varios años, el Defensor de los Derechos denuncia un debilitamiento de esta libertad que se manifiesta de diferentes formas, más o menos insidiosas» en Francia, subrayó. la institución en un comunicado enviado a la AFP. “El Defensor de los Derechos nota, a través de las denuncias que recibe, una intensificación de los riesgos de ataques a la libertad sindical. Tal desarrollo es muy problemático en un estado democrático”, continúa.
Esto se traduce, por ejemplo, en el amedrentamiento de las fuerzas de seguridad contra asociaciones de defensa de los más precarios, durante el desalojo de campos de exiliados. El Defensor de los Derechos también denunció, con motivo de la adopción de la ley que confirma los principios republicanos, la restricción de la libertad de asociación, lo que constituye el condicionamiento de la asignación de subsidios a la firma de un «contrato de compromiso republicano».
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Esta postura surge en medio de una polémica por los subsidios otorgados a la Liga de Derechos Humanos (LDH), que “es objeto de tanta estigmatización por parte de los líderes políticos”, recuerda el Defensor de los Derechos. Ante la Comisión de Derecho del Senado el 5 de abril, el ministro del Interior, Gérald Darmanin, declaró que «el subsidio otorgado por el Estado» a la LDH «merece ser considerado en el contexto de las acciones que se han llevado a cabo».
Luego, la primera ministra Elisabeth Borne se preguntó el miércoles sobre la evolución y el papel de la asociación, señalando las «ambigüedades» de la LDH «frente al islamismo radical» y sobre la reciente manifestación en Sainte-Soline. Sin embargo, aseguró que “no se trata de bajar el subsidio de tal o cual asociación en principio.
Mencionar una suspensión de los subsidios otorgados por el Estado y las comunidades “valida implícitamente la idea de que la Liga de los Derechos Humanos podría cuestionar seriamente al Estado, al punto de poder justificar la abolición de los subsidios”. Esto podría “conducir a una reducción sustancial de su actividad”, especifica el Defensor de los Derechos. Y para recordar: “El Tribunal Europeo de Derechos Humanos considera que la estigmatización de las asociaciones por parte de las autoridades públicas, combinada con la amenaza de medidas de control y sanciones, puede socavar la libertad de asociación”.