La democracia, ¿un valor en declive en el mundo? Esto es lo que tiende a demostrar un informe de IDEA Internacional, el instituto internacional para la democracia y la asistencia electoral, publicado el 2 de noviembre. Nos enteramos de que casi la mitad de los países del mundo están experimentando un declive en su sistema democrático. «Este es el sexto año consecutivo en el que hemos visto más democracias en declive que en progreso», señala Michael Runey, coautor del informe. Añade que esta tendencia representa la «recesión democrática» más larga que la organización haya visto desde que comenzó a recopilar datos en 1975.
Para producir estos informes y evaluar la situación de las democracias en todo el mundo, el grupo de expertos, que cubre la mayoría de los países del mundo, utiliza varios indicadores democráticos como las libertades civiles, la independencia judicial y la participación política. Según el informe, “los cimientos de la democracia se están debilitando en todo el mundo”, con problemas “que van desde elecciones defectuosas hasta derechos restringidos”. De 173 países encuestados, 85 obtuvieron malos resultados en al menos “un indicador clave del desempeño democrático en los últimos cinco años”.
En cuanto a la representación, el informe señala «un descenso notable», en particular en el ámbito de las elecciones y del buen funcionamiento de los parlamentos, pero también del principio del Estado de derecho, incluida la independencia de los sistemas judiciales de los países. «También estamos viendo un declive en las democracias históricamente exitosas en Europa, América del Norte y Asia», dice Michael Runey. Esta ola de decadencia de los sistemas democráticos a nivel global puede ilustrarse, entre otras cosas, con los golpes de Estado en el continente africano.
En la categoría de derechos, los autores indican que la libertad de expresión y la libertad de reunión han experimentado varios descensos, sin ser significativos a nivel general. En lo que respecta al Estado de derecho, se han observado mejoras “después de muchos años de niveles estancados de corrupción”, según el informe. “Vemos señales de esperanza en países aislados de todo el mundo”, como en Europa Central o en el continente africano. “Pero en general el panorama sigue siendo muy negativo”, concluye.