Con El secuestro (Rapito en la versión original italiana), en competición en Cannes en 2023, el director italiano Marco Bellocchio analiza una historia real, el “asunto Mortara”, que sacudió a Italia en el siglo XIX: el secuestro de un niño de 6 años. -Anciano niño judío en Bolonia el 24 de junio de 1858, por orden de la autoridad de Pío IX. Edgardo Mortara se educará en un estricto internado católico en Roma, antes de convertirse a su nueva religión y convertirse en sacerdote. Permaneció fiel al papado durante toda su vida, incluso después de la caída de los Estados Pontificios y la unificación de Italia.
Aquí encontramos la gran maestría estética y el estilo barroco del director de Le Diable au corps. El Abducción es una película rica y poderosa dirigida por un maestro del cine italiano. Con imágenes en claroscuros que se funden con otras donde la luz brilla intensamente (destaquemos la preciosa dirección fotográfica de Francesco Di Giacomo); música operística que acompaña la historia (que se desarrolla a lo largo de veinte años) así como una impecable reconstrucción histórica.
Además de su refinamiento, esta película también tiene una dimensión política. Porque la opinión pública de la Italia liberal y la comunidad judía internacional apoyan la lucha de los Mortara, que se enfrentan a la negativa de la Iglesia y del Papa a devolverles a su hijo. Por tanto, el largometraje expone el drama de una familia y de todo un pueblo.
Además, el estreno de la película hace eco del presente, del resurgimiento del antisemitismo en el mundo. Sin respaldar su mensaje, Bellochio muestra que el matrimonio entre religión y poder, celebrado por un Papa antisemita y corrupto, tiene consecuencias psicológicas a largo plazo para el niño y sus seres queridos.
Bellocchio ha dirigido bien un elenco excelente de actores italianos. ¡Mencionemos la maravillosa actuación de Paolo Pierobon en el papel del Papa Pío IX! Y el de los padres indefensos interpretados por Barbara Ronchi y Fausto Russo (el juez Falcone en El traidor). Sin olvidar a los jóvenes intérpretes de Edgardo de niño, Enea Sala, y de adulto, Leonardo Maltés, ambos conmovedores.
A sus 84 años, Marco Bellocchio ofrece un magnífico fresco histórico, junto con un vibrante alegato contra el dogmatismo y el fanatismo. Religioso y político…















