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Estados Unidos se prepara para una elección presidencial reñida entre Donald Trump y Kamala Harris que ha mantenido al mundo en vilo. Los estadounidenses tienen la tarea de elegir entre convertir a Harris en la primera mujer presidenta o darle a Trump un segundo mandato en la Casa Blanca.

Harris ha enfocado su campaña en un mensaje de unidad y cambio, prometiendo ser una presidenta para todos los estadounidenses. Ha intentado atraer votantes republicanos desencantados con Trump y ha contado con el apoyo de figuras como Lady Gaga y Taylor Swift.

Por otro lado, Trump ha cerrado su campaña con un discurso nostálgico en Míchigan, prometiendo llevar a Estados Unidos a nuevas «cimas de gloria». Ha mantenido su retórica antimigrante y ha amenazado con deportaciones masivas en caso de victoria.

Ambos candidatos han intentado desempatar las encuestas en las últimas horas antes de las elecciones, en las que más de 80 millones de personas ya han votado por anticipado. Se espera que el escrutinio de los votos lleve varios días, y existe la preocupación por la seguridad de los trabajadores en los centros de votación.

La comunidad internacional sigue con atención estas elecciones, especialmente por las posibles repercusiones en Oriente Medio, la guerra en Ucrania y los efectos comerciales de las políticas proteccionistas en China y México.

En definitiva, Estados Unidos se encuentra en un momento crucial en el que los ciudadanos deberán decidir el rumbo del país para los próximos años. Las elecciones presidenciales han generado una gran expectación a nivel mundial y el resultado tendrá un impacto significativo en diversos aspectos políticos y económicos a nivel global.