El presidente Emmanuel Macron fue recibido con un concierto de ollas este martes 25 de abril por la tarde en Vendôme (Loir-et-Cher), donde varios cientos de manifestantes se mantuvieron alejados de la visita presidencial, según periodistas de la AFP.
El mandatario llegó alrededor de las dos de la tarde al Centro Universitario Multidisciplinario de Salud (MSPU) de la ciudad, en un barrio acordonado por un importante dispositivo de seguridad para mantener a distancia a los manifestantes.
Varios centenares de manifestantes de la reforma de las pensiones, equipados con cacerolas y otras latas o trompetas, se habían concentrado en plena jornada junto a una vía férrea cercana a la residencia de ancianos, donde en un ambiente de buen humor comenzaron su “cazuela”. Poco antes de la llegada del convoy presidencial, invadieron las vías mientras algunos de ellos se incorporaban a un retén policial más cercano al asilo de ancianos.
Bruno Vivien, retirado de la metalurgia, vino con su corneta. «Es para despertar a nuestro presidente, para que deje de burlarse de nosotros», dijo a un corresponsal de la AFP. A su llegada, Emmanuel Macron habló con varios miembros del personal así como con algunos pacientes que esperaban su cita. La prefectura de Loir-et-Cher había publicado una orden que establecía un perímetro de protección y preveía, en particular, la prohibición de procesiones y manifestaciones de protesta cerca del centro de salud, así como «la prohibición de dispositivos de sonido amplificadores de sonido».
Varias asociaciones, incluida la Liga de Derechos Humanos (LDH), se apoderaron del tribunal administrativo de Orleans para impugnar el decreto del prefecto de Loir-et-Cher, supimos del tribunal, confirmando información de France Bleu Orléans. El tribunal precisó que la libertad sindical provisional fue examinada al comienzo de la tarde. “La audiencia acaba de terminar. Todavía no tenemos el resultado”, dijo la misma fuente.
Según France Bleu, además de la LDH, el recurso fue presentado por una asociación para la defensa de las libertades constitucionales y el sindicato de abogados franceses (SAF) que consideran que el decreto de la prefectura «es una apropiación indebida de la ley que fortalece la seguridad interna y la lucha contra el terrorismo”. El Jefe de Estado, acompañado por el Ministro de Salud François Braun, debe discutir con el personal de enfermería sobre «los problemas de acceso a la atención, atractivo de la profesión y formación», precisó el Elíseo, en un contexto de creciente desertificación médica en el territorio.