El gobierno canadiense anunció el miércoles que ya no comprará espacios publicitarios en Facebook e Instagram luego de la disputa entre él y Meta sobre la compensación de los medios en línea. Ottawa adoptó una ley en junio, conocida como C-18, que obliga a los gigantes digitales a compensar a los medios canadienses por el contenido que comparten en sus plataformas, bajo pena de tener que recurrir a un arbitraje vinculante. En respuesta a esta ley, Meta bloqueó el acceso a los medios canadienses a los usuarios de Facebook o Instagram, para evitar tener que aplicarla.

Facebook “ha decidido ser irresponsable por lo que hemos decidido suspender los anuncios”, explicó el miércoles en reacción Pablo Rodríguez, el Ministro de Patrimonio de Canadá. “Los canadienses no se dejarán intimidar por los multimillonarios estadounidenses que quieren dañar nuestra democracia”, agregó el primer ministro Justin Trudeau, y enfatizó que su gobierno no se retractaría de su ley. La decisión de suspender los anuncios del gobierno le costará a Facebook e Instagram unos 10 millones de dólares canadienses (6,9 millones de euros) al año, dijo.

La nueva ley tiene como objetivo apoyar al sector de las noticias en crisis en Canadá, en particular debido a la pérdida de ingresos publicitarios. Según el Ministerio del Patrimonio, más de 450 medios canadienses han cerrado sus puertas desde 2008. Según el ministro Pablo Rodríguez, el 80 % de los ingresos por publicidad en Canadá, o casi 10 000 millones de dólares canadienses en 2022, ahora los obtienen Google y Facebook. Cifras similares a las de otros países.

Leer tambiénNetflix, Google, Meta y Amazon pesan la mitad del tráfico de internet

En los Estados Unidos, California está redactando actualmente un proyecto de ley similar al de Canadá. En el resto del mundo, la Unión Europea ha establecido un «derecho conexo» que obliga a las plataformas a remunerar a los editores de prensa por su contenido, lo que, al atraer lectores, también permite a estos gigantes vender espacios publicitarios, según los propietarios de la prensa.