Le Fígaro Nantes

Los sindicatos convocan a los trabajadores del sector público a una gran movilización el martes 19 de marzo. En Loira Atlántico, el personal de la Educación Nacional ha decidido ser celoso: estarán allí pero han previsto prolongar las hostilidades hasta el viernes 22 de marzo. “Esto sigue a dos días de huelga que ya tuvieron lugar el 1 y 6 de febrero. 250 huelguistas se reunieron al final y votaron por unanimidad a favor de 4 días de huelga”, explica a Le Figaro Clément Brochard, profesor del CM1 en Nantes y cosecretario de Sud Éducation 44. La iniciativa fue inmediatamente alentada y adoptada por la intersindical.

“Somos uno de los primeros departamentos que ha anunciado cuatro días firmes de huelga. Desde entonces, la iniciativa empezó a ver la luz en otros lugares”, explica el profesor de escuela, que habla de su departamento como históricamente un motor de esta lucha. En Seine-Saint-Denis, a finales de febrero se votó una movilización contra el shock del conocimiento, coincidiendo con el inicio de las vacaciones escolares de invierno. En los Pirineos Atlánticos, las acciones comenzaron este lunes, durante al menos tres días. En Burdeos, la intersindical anunció cuatro días, siguiendo el mismo modelo que Loira Atlántico.

“Nuestro objetivo es que se ponga de moda. Se trata de un llamamiento departamental, pero esperamos que se convierta en un eslogan nacional”, continúa Clément Brochard. En uno de los folletos de la intersindical 44 destinado a los padres se recogen varias reivindicaciones. “La continua reducción del gasto público nos preocupa y nos impide cumplir adecuadamente nuestra misión al servicio de sus hijos”, comparten conjuntamente los sindicatos SUD, FSU y CGT. “El presupuesto de educación se ha visto recortado en 700 millones”, observa Clément Brochard, que lamenta una futura falta de recursos en su departamento.

Al inicio del próximo año escolar, “se eliminarán 25 plazas y se cerrarán 87 clases en las escuelas de Loira Atlántico”. Contra 39 aperturas. «Sí, hay una ligera caída demográfica», reconoce Clément Brochard, «pero debemos aprovechar esta caída para garantizar buenas condiciones de reposición y menos números por clase». Dice que en su colegio, de los últimos 13 días de ausencia, solo hubo un día y medio repuesto.

El sindicalista también señala el sufrimiento que sufre el personal. Como miembro de un organismo intersindical vinculado a la prevención, en ocasiones recibe fichas de seguridad que atestiguan los sentimientos de sus compañeros y las incidencias encontradas. En un año llegaron 1.100. “Explota. Al igual que las solicitudes de dimisión y los despidos convencionales”.

Y la respuesta del gobierno sigue siendo inaudible para sus oídos. «Necesitamos más docentes, AESH, personal médico-social, y el gobierno nos responde con los uniformes, el SNU, grupos de nivel» que para ellos tienen el único objetivo de «venir a agravar la división social».

Por tanto, la huelga prolongada es una cuestión de equilibrio de poder. “Es el único idioma que entiende el gobierno”, lamenta Clément Brochard antes de terminar. “Creo que lo que estamos viviendo en Loira Atlántico, muchos otros lo están viviendo en otros departamentos”. En Nantes, entre las diferentes acciones, se organizan dos manifestaciones el martes (a las 10:30 horas frente a la prefectura) y el jueves (a las 11:30 horas frente al castillo de los duques de Bretaña). La misma tarde del 21 de marzo debería organizarse una noche escolar. En Bouguenais, en la periferia de Nantes, esta ocupación nocturna de un establecimiento debería realizarse la noche del martes 26 de marzo en un colegio, una señal de que las movilizaciones podrían extenderse más allá de cuatro días. La asamblea general prevista para el martes a las 9 horas en el centro de Nantes debería permitir coordinar todas las iniciativas que están floreciendo.