Le Figaro Lyon
El padre Laurent Jullien de Pommerol, párroco de la parroquia Beata Paulina Jaricot, será padre. Un anuncio publicado por el sacerdote en la carta electrónica Parish Info y visto por La Tribune de Lyon. “Entiendo que esto puede impactar o dejar un sentimiento de traición. Este proceso es un desgarro muy doloroso que requiere la honestidad. Lamento profundamente el dolor que esto les causa a todos y cada uno de ustedes. En unos meses seré padre”, afirmó el hombre de Iglesia.
Un anuncio que también compartió con sus fieles el pasado domingo durante la misa. “Humildemente les pido perdón, yo mismo estoy molesto por este suceso. (…) Se abre una nueva responsabilidad y por el bien del niño y de su madre, no se trata de evadirme (…) Hace algún tiempo experimenté una gran angustia porque no podía o no sabía. cómo compartir, explica. No he dejado aparecer nada porque su origen no tiene nada que ver con nuestra vida parroquial. Esta terrible experiencia me debilitó mucho y perjudicó mi discernimiento”, explicó también.
El padre Laurent Jullien de Pommerol entregó así todas sus responsabilidades al arzobispo de Lyon, quien reaccionó en un comunicado de prensa publicado en el sitio web de la diócesis. “Como sabéis, al decir sí a la llamada del Señor, los sacerdotes aceptan vivir en castidad y renunciar al matrimonio. Este compromiso es exigente y hermoso, les permite entregarse enteramente al Señor para la misión, a imagen de Cristo casto y pobre. Por razones que no podemos juzgar, el párroco de la beata Paulina Jaricot, nuestro hermano, se ha apartado de esta exigencia y asumirá la paternidad futura”, declaró Olivier de Germay asegurando que quería acompañar al ahora ex sacerdote “en este delicado período de cambio”. Monseñor Alain Planer ha sido nombrado administrador de la parroquia Beata Paulina Jaricot.
En 2017, el padre David Gréa, sacerdote “estrella” de la iglesia Sainte-Blandine de Lyon, también abandonó la Iglesia tras revelar su intención de casarse. Después de pedir al Papa que mantuviera su ministerio, entregó todas sus responsabilidades, al no haber podido concretarse su petición de un “cara a cara” con el soberano pontífice.
A principios de diciembre, el Papa confirmó a 600 seminaristas franceses reunidos en París el apego de la Iglesia católica al celibato sacerdotal. “Nadie tiene el poder de cambiar la naturaleza del sacerdocio y nadie lo cambiará jamás”, dijo Francisco en un mensaje firmado por su cardenal secretario de Estado -el equivalente de primer ministro- Pietro Parolin.