El grupo informático francés Atos, en plena crisis financiera, anunció el martes que había registrado una pérdida neta de 3.400 millones de euros en 2023 tras importantes amortizaciones de activos, mientras que su deuda preocupa tras el fracaso de la reciente venta de parte de su actividades. Tras haber iniciado un procedimiento de conciliación amistosa con sus acreedores, este antiguo buque insignia de la tecnología aspira ahora a “un acuerdo global” para reestructurar su deuda “antes de julio” y asegura tener, con 2.400 millones de euros de efectivo, suficiente para “cubrir ( sus) necesidades de liquidez” hasta la potencial obtención de este acuerdo.
Atos también anunció el martes que quería presentar «los parámetros de su marco de refinanciación» durante la semana del 8 de abril, cuando tendrá que reembolsar o refinanciar 3.650 millones de euros en préstamos y bonos aquí a finales de 2025. se debe en gran medida a una depreciación de activos que asciende a 2,6 mil millones de euros. Este elemento consiste en que una empresa ajusta el valor de un activo en sus cuentas respecto al que le otorgó anteriormente.
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La dirección de Atos, que deberá garantizar gran parte de las operaciones tecnológicas de los Juegos Olímpicos de París este verano, propuso un plan de rescate en 2022 que incluía su división en dos entidades: Tech Foundations, que agrupa las actividades históricas de subcontratación, y Eviden. que incluye en particular las actividades de “big data” y seguridad (BDS), la joya del grupo.
A pesar de que Airbus se retiró de las negociaciones para la adquisición de BDS la semana pasada, apenas unas semanas después de las negociaciones con el multimillonario checo Daniel Kretinsky para la venta de Tech Foundations, “Atos seguirá gestionando Tech Foundations y Eviden como dos negocios”, aprovechando la fortalezas de sus respectivas ofertas, con una estrategia comercial coordinada», dijo la compañía el martes.
Si bien Atos dispone de supercomputadores, utilizados especialmente en defensa y energía nuclear, el Ministerio francés de Economía se comprometió el martes pasado a “construir en las próximas semanas una solución nacional para proteger las actividades estratégicas” del grupo. Si a finales de julio de 2023 cotizaba en torno a los 15 euros, las acciones del grupo perdieron más del 80% de su valor, cayendo por debajo de los 2 euros, lo que llevó la valoración de la empresa a menos de 200 millones de euros.