El tribunal penal de Mónaco absolvió, el martes, a los responsables del Sass’Café, un establecimiento muy popular entre la jet-set, juzgado por proxenetismo, en un caso que confirma la tolerancia hacia la prostitución en el Principado. La prostitución está autorizada en Mónaco, ni el establecimiento ni sus empleados han contratado activamente prostitutas. Pero el Sass’Café había adoptado medidas para regular su presencia y durante el juicio de principios de abril, la fiscalía consideró que estas medidas constituían «una política institucionalizada» que iba «mucho más allá de la tolerancia».

Las jóvenes que acudían en busca de clientes adinerados eran marcadas con la letra T de “trabajadoras” en el software de reservas, sujetas a cuotas y seleccionadas en función de su apariencia, su forma de hablar o incluso su olor. Aunque el propietario del establecimiento, Samuel Treves, y su antiguo director, Pascal Cotillon, habían asegurado que se trataba sólo de regular «una realidad monegasca», la fiscalía había solicitado una pena de prisión condicional de un año para los dos hombres y sanciones para el establecimiento.

Sin embargo, el volumen de negocios del Sass’Café no dependía de la presencia de las prostitutas y los dos gerentes nunca aceptaron de ellas propinas distintas de las ligadas a su consumo, que se colocaban como para todos los clientes en una olla común distribuida entre todos los empleados. . Al pronunciar la absolución, el tribunal señaló que Pascal Cotillon incluso había recordado varias veces a los empleados que no debían aceptar dinero de prostitutas.

El tribunal, sin embargo, fue más severo con tres ex empleados que admitieron haber recibido propinas o “regalos” directos de prostitutas. Dos ex porteros fueron condenados respectivamente a 12 y 18 meses de prisión (más de las sentencias condicionales de ocho y 12 meses exigidas) y una ex anfitriona fue condenada a cuatro meses de prisión.

Fundado hace 30 años, Sass’Café es la meca de las veladas monegascas y desde entonces se ha expandido a Dubai y Arabia Saudita. En su sitio web muestra clientes de prestigio: el Príncipe Alberto, los cantantes Will Smith, Lady Gaga, Bono, los actores Sean Penn, Matt Damon, Whoppy Goldberg o el piloto de Fórmula 1 Charles Leclerc… Y ahora, las prostitutas ya no son bienvenidas.