Le Fígaro Nantes

Una bala pasó silbando por su nariz. Los demás le hicieron vibrar los oídos. Un automovilista fue blanco de varios disparos el miércoles por la noche en Nantes mientras conducía por el barrio de Bottière acompañado de su pareja. La tragedia se evitó por poco: de las al menos cuatro balas disparadas en ráfagas, un proyectil rozó el pecho del conductor antes de incrustarse en la ventanilla del vehículo. La pareja salió ilesa.

«Además del disparo que casi alcanza al conductor, otros dos disparos impactaron en vehículos estacionados cerca», confirmó el jueves una fuente policial. En el lugar del tiroteo, en la calle Alfred Nobel, se encontraron un total de seis casquillos de bala. Con un calibre de nueve milímetros, los proyectiles debían pertenecer a una pistola. El atacante, a pie, se habría precipitado tras el ataque “a un vehículo azul que lo esperaba”, según un testigo del lugar citado por nuestros compañeros de Presse Océan.

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¿Fue un ajuste de cuentas fallido? ¿Una advertencia, tal vez? Preguntada por Le Figaro, la Seguridad Departamental aún no pudo pronunciarse sobre el motivo del tiroteo, salvo que no se descarta la posibilidad de una simple intimidación.

Los disparos han aumentado en los últimos años en el área metropolitana de Nantes. Acorralados por la inseguridad rampante en algunos barrios prioritarios, los sindicatos de la red de transporte público de la metrópoli pidieron la semana pasada el traslado de las terminales de autobuses situadas en una zona especialmente sensible. “Tenemos miedo de una bala perdida; Los empleados se van con un nudo en el estómago”, se mostró desolado un representante de Force Ouvrière.