Le Figaro Marsella

Atrapado con las manos en la masa, o más bien en el suelo. El miércoles en Jonquières (Vaucluse), los gendarmes del pelotón de vigilancia e intervención (PSIG) del municipio de Orange detuvieron a un ladrón aficionado a las trufas, esas pequeñas setas que podemos encontrar en nuestros platos.

El hombre se disponía a robar los preciados platos a un trufero del departamento, que había alertado a los gendarmes tras haber sido víctima de un robo idéntico el pasado mes de diciembre y había colocado cámaras de videovigilancia en sus terrenos.

El ladrón fue detenido en compañía de dos perros sin tatuajes ni chips. Los animales fueron entregados a la SPA y el hombre fue juzgado inmediatamente. Reconociendo los hechos, fue condenado a diez meses de prisión.

En Francia, y sobre todo antes de las vacaciones de fin de año, los campos de trufas suelen ser el objetivo de ladrones sin escrúpulos, atraídos por estas setas cuya reventa por kilo supera varios cientos de euros.