El director del Instituto para la Formación y Aprovechamiento de Recursos Humanos (IFARHU), Jaime Díaz, expresó que se entregaron certificaciones por un valor de 30 millones de dólares sin contar con los fondos necesarios. Díaz explicó que la institución se encuentra en una situación de deuda de 178 millones de dólares, lo cual ha llevado a calificar el manejo de los fondos como irresponsable.
Según Díaz, las certificaciones se emitieron sin un compromiso financiero real, ya que la Contraloría señala que los fondos no estaban disponibles. Estas certificaciones se entregaron a estudiantes que ni siquiera habían completado los procesos de admisión, lo que generó confianza en las instituciones educativas que aceptaban a los estudiantes basándose en las certificaciones del IFARHU.
Actualmente, miles de estudiantes se encuentran en esta situación, con certificaciones en mano pero sin los fondos correspondientes, ya que el programa contaba con 60 millones de dólares y se gastaron 30 millones en certificaciones entregadas entre diciembre y mayo. Díaz aseguró que se están buscando mecanismos y conversando con las universidades para cumplir con los compromisos y evitar que los estudiantes pierdan sus estudios, aunque reconoce que habrá retrasos en los pagos.
Díaz mencionó que están recibiendo apoyo del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) para sacar adelante este proyecto, ya que el IFARHU es una institución que financia la educación. Se espera poder finalizar los pagos antes de fin de año, aunque reconoce que habrá algunas demoras debido al proceso de transición de gobierno y la necesidad de actualizar las firmas en los bancos.
En cuanto a las investigaciones, el IFARHU ha sido objeto de críticas por la entrega excesiva de ayuda económica, muchas veces a familiares y allegados del gobierno. Esto ha generado una investigación por presunto peculado contra el exdirector Bernardo Meneses, así como una nueva investigación por la entrega de beneficios entre enero y mayo de 2024.
La nueva administración del IFARHU ha tomado medidas como publicar los nombres de los beneficiarios de la última década, lo que ha llevado a algunas devoluciones voluntarias de fondos, aunque la cantidad recuperada es mínima. Díaz mencionó que se han ejecutado contratos y se han desacelerado los procesos debido a las investigaciones del Ministerio Público.
Respecto a la denuncia reciente, Díaz afirmó que es un proceso importante que se tratará con la celeridad necesaria. Calificó la administración pasada como irresponsable, tanto en la entrega de ayuda económica como en la gestión administrativa, destacando la falta de presencia de algunos directores en sus puestos de trabajo.
En cuanto a la reforma del reglamento del IFARHU, se mantendrán las becas por mérito a nivel nacional e internacional, así como los créditos y asistencias económicas según la necesidad. Los auxilios económicos serán eliminados por completo, y se espera que para diciembre se inicie el proceso de digitalización de la institución, lo cual será complejo debido a la cantidad de información que debe migrarse de papel a formato digital.
En resumen, el IFARHU se enfrenta a un desafío financiero importante, pero la actual administración está trabajando para solventar los compromisos con los estudiantes beneficiados y mejorar la transparencia y eficiencia de la institución.