Un ciudadano ruso, que había intentado infiltrarse en la Corte Penal Internacional el pasado verano, fue imputado el viernes 24 de marzo por espionaje en Estados Unidos, donde se le acusa de haber vivido bajo una identidad falsa durante dos años.
Sergei Tcherkassov, de 37 años, «trabajó como agente ilegal de los servicios de inteligencia rusos bajo el alias brasileño Victor Muller Ferreira», según un comunicado de la fiscalía federal en Washington.
Según la acusación, comenzó a operar bajo esta identidad en Brasil en 2010 y construyó una «leyenda» para sí mismo con una tía ficticia, una madre fallecida y amigos raros. Cinco años después, había presentado una solicitud de registro a este nombre en una universidad ubicada en Washington. Luego de ser aceptado en esta institución, ingresó a Estados Unidos en 2018 con una visa de estudiante.
Hasta 2020 vivió bajo esta cobertura, realizando estudios de relaciones internacionales, mientras recopilaba «información sobre estadounidenses que transmitía a los servicios rusos», especifica los servicios del fiscal Matthew Graves.
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Tras salir de Estados Unidos en mayo de 2020, siguió utilizando sus contactos universitarios para obtener información sobre la política exterior estadounidense, añaden. En abril de 2022, había intentado ingresar como pasante en la Corte Penal Internacional (CPI), con sede en La Haya, Países Bajos, y que está investigando cargos por crímenes de guerra en Ucrania contra Rusia.
Los servicios secretos holandeses lo habían desenmascarado y le habían negado la entrada a suelo holandés. Enviado de regreso a Brasil, fue arrestado allí por fraude y sentenciado en julio a 15 años de prisión. Según documentos judiciales, Moscú solicitó su extradición, acusándolo de narcotráfico desde 2011 y 2013.