(Nueva York) El fabricante de automóviles estadounidense General Motors (GM) revisó el martes sus previsiones de ventas de vehículos eléctricos en 2024, en un mercado menos animado, mientras su compatriota Ford expresó su preocupación por la amenaza «significativa» de los fabricantes chinos.

En una conferencia organizada por el banco alemán Deutsche Bank en Nueva York, el director financiero de GM indicó que el grupo espera vender entre 200.000 y 250.000 vehículos eléctricos en el presente ejercicio, frente a las 200.000 a 300.000 previstas anteriormente.

«Creemos que esto refleja la dinámica actual» del mercado, explicó Paul Jacobson, recordando que el grupo había previsto una rentabilidad operativa (excluidos los costes operativos) en la parte inferior de este rango.

«Creemos que todavía podemos lograrlo», señaló.

Respecto al grupo en su conjunto, el mes de mayo “fue muy, muy fuerte”, con el volumen mensual sin duda el más alto desde diciembre de 2020, se alegró Jacobson.

Según él, “los resultados del segundo trimestre serán mejores que los del primer trimestre” en términos de desempeño comercial.

El grupo había anunciado unas horas antes un aumento del 33% en su dividendo y un nuevo programa de recompra de acciones por valor de 6.000 millones de dólares. En noviembre, lanzó un programa acelerado de recompra de acciones por valor de 10.000 millones durante el resto de 2023.

“Mire cuán grande es la participación de mercado de China en vehículos eléctricos. Mire lo que están haciendo en términos de equipamiento digital, crecimiento internacional y sus costos operativos. Todo esto representa una amenaza competitiva muy, muy significativa”, afirmó John Lawler.

Según él, los fabricantes chinos tienen tecnologías más avanzadas que los grupos occidentales y tienen un proceso de desarrollo de productos más rápido, con un diseño “que ha alcanzado nuevas cotas”.

“Construyen vehículos. Son vehículos muy competitivos. Son buenos vehículos”, dijo Lawler. “Es una competencia que va a ser muy significativa, tal vez no en Estados Unidos en el corto plazo, pero sí en Europa, en el Sudeste Asiático. »

«El ritmo del cambio está ocurriendo mucho más rápido de lo que anticipábamos», advirtió.