Unos días después del susto, el alcalde LR de L’Haÿ-les-Roses (Val-de-Marne) se reúne con su familia. En la noche del sábado al domingo, la casa de Vincent Jeanbrun fue atacada por un automóvil que embistió, lo que provocó la huida de su esposa herida y sus dos hijos pequeños. El concejal estuvo en su Ayuntamiento para seguir de cerca la nueva noche de disturbios en su municipio. En una entrevista con Paris Match, publicada el miércoles, el elegido LR indica que «comienza» a sentir «fatiga». Y dice que está «devastado». “Vuelve la calma y eso es bueno, pero con la calma nos cae el cansancio. Es una prueba para mí, para mi esposa. Pero estamos los cuatro juntos, estamos reconstruyendo”, dice, optimista, Vincent Jeanbrun.

Su mujer tuvo que someterse a “una operación de rodilla, pesada pero clásica, con colocación de placas y tornillos”. “Tiene una fractura de platillo tibial, es la parte superior de la tibia la que está rota”, precisa. «Al dolor se suma el fuerte estrés emocional y mucha preocupación por nuestros hijos porque ella ha experimentado la tensión y el estrés que han enfrentado», explica el alcalde de Ile-de-France. Si Vincent Jeanbrun ha vuelto a dormir en su casa desde el atentado del pasado fin de semana, su mujer, ella, «ha estado alojada en otra ciudad desde que salió del hospital» este martes.

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En cuanto a sus hijos, de 7 y 5 años, “se dieron cuenta de lo que pasó”, a pesar de su corta edad. «Crecieron de repente…», lamenta Vincent Jeanbrun. “Queríamos enviarlos de vacaciones a sus abuelos lo antes posible, pero pospusimos para que se sometieran a una evaluación psicológica”, relata entonces este padre. Según él, son muchos los «pequeños traficantes que se ganan bien la vida» los que están en el origen de este hecho delictivo. Y que “la acción conjunta de las policías municipal, nacional y (su) se ha detenido en algunos lugares y debilitado en otros”. “No estamos hablando de crimen organizado”.