El análisis, realizado por la organización sin ánimo de lucro Transportes 

“Es particularmente impactante, porque sabemos que el sistema de transporte ferroviario es más avanzado que el nuestro”, recuerda Andréanne Brazeau, analista principal de políticas de la Fundación David Suzuki. De hecho, según el estudio, la ganancia sería especialmente interesante para los países fronterizos con Alemania, donde se celebrará el torneo. Gracias a las numerosas conexiones por carretera y ferrocarril, los equipos de Francia, Austria, Bélgica y Suiza podrían considerar viajar a Alemania en tren o autobús. De esta manera podrían reducir sus emisiones entre un 94 y un 98%, en un viaje que duraría entre 3:40 y 8:30 horas.

El análisis menciona que de los 13 equipos contactados, sólo tres expresaron su intención de evitar volar: Alemania, Suiza y Portugal. Para otros, es probable que prefieran los vuelos. Para Andréanne Brazeau, se trata de una oportunidad perdida. “Los equipos de fútbol tienen una responsabilidad. Deben demostrar que se toman en serio la lucha contra el cambio climático”, afirma. Una opinión compartida por Aaron Ettinger, profesor de ciencias políticas en la Universidad de Carleton. Para él, aunque algunos equipos dicen que están considerando la opción del tren, sigue teniendo dudas. “Los equipos deportivos son buenos para hacer gestos simbólicos, pero no para tomar acciones más concretas”, afirma.

“Aquí tenemos una realidad un poco diferente”, subraya Andréanne Brazeau. Un territorio más grande, trenes menos frecuentes, una red ferroviaria menos desarrollada: la logística sería difícil para los equipos norteamericanos que quieran llegar a sus partidos sin volar. «Pero sigue siendo el tipo de pensamiento que necesitamos tener colectivamente», añade. Un estudio de 2021 mostró, por ejemplo, que los viajes de equipos de las cuatro ligas más importantes de América del Norte generaron 122.000 toneladas de CO2 equivalente en un año. Al organizar sus calendarios de manera diferente, podrían reducir este número. Por ejemplo, durante la pandemia, la Liga Nacional de Hockey (NHL) acercó sus juegos geográfica y temporalmente, lo que tuvo el efecto de reducir a la mitad sus transmisiones.

En términos generales, «estos grandes eventos deportivos son un desastre desde el punto de vista medioambiental, porque la gente vuela desde todo el mundo para llegar allí», afirma Aaron Ettinger. Andréanne Brazeau señala que los equipos tendrían otras formas de mostrar su compromiso con el medio ambiente: campañas educativas o incluso un enlace a varias opciones de movilidad sostenible para viajar a un partido desde diferentes países durante la compra de entradas. “Tenemos que demostrar que es una prioridad, animar a la gente a hacer lo correcto”, sostiene. “Quizás las emisiones derivadas de los viajes de los aficionados sean mayores, en términos absolutos, pero los jugadores deberían ser ejemplares en este sentido. »