Al final de un partido loco, el Marsella ganó este jueves por la noche en la Europa League al Ajax de Ámsterdam (4-3). No satisfechos con el desenfrenado partido de ida disputado en Holanda (3-3), Marselleses y Amsterdam han ofrecido esta tarde un nuevo espectáculo en el Vélodrome, a pesar de sus debilidades actuales y de su falta de confianza. Para lanzar idealmente el OM, Pierre Emerick-Aubameyang aprovechó la obra de Ismaïla Sarr, desequilibrada en el área por Hato, para abrir el marcador de penalti (1-0, 9º).

Pensábamos que los jugadores de Gennaro Gattuso estaban en una situación ideal, la euforia sólo duró unos segundos. Brobbey, en el minuto siguiente, igualó tras una magnífica pared con Berghuis (1-1, 10º). Todo tuvo que volver a hacerse para los marselleses, salvados por primera vez por López (14º) y luego desafortunado con el doblete rechazado por Aubameyang por posición de fuera de juego (23º). Desordenado en el juego y en posición defensiva, el OM se apoyó entonces en su dúo Clauss-Mbemba, eficaz en las jugadas a balón parado.

El francés en la esquina, el congoleño al finalizar el cabezazo – como en el terreno de juego del AEK Atenas (2-0) durante la cuarta jornada – y el Vélodrome pudo exultar por segunda vez (2-1, 27). Antes de volver a suspirar en el proceso cuando Brobbey, nuevamente, marcó el gol 2-2 en medio de una pasiva defensa del Marsella (29º). Los dos equipos regresaron al vestuario en el descanso con el mismo resultado que en el partido de ida, pero la noche rápidamente cambió. A partir del minuto 48, Aubameyang marcó dos goles con una suntuosa devolución acrobática de un centro de Harit (3-2, 47). Un gesto brillante que dejó impasible a Gattuso, ansioso por no repetir por tercera vez el mismo escenario del empate.

El técnico italiano podía respirar, el partido parecía haber elegido su ganador tras la expulsión del holandés Berghuis (63º), culpable de una peligrosa entrada al decepcionante Correa. Pero a OM obviamente le gusta poner obstáculos en su camino, incluso en la superioridad numérica. El Ajax consiguió el 3-3 gracias a Akpom (3-3, 79º), sugiriendo que estos dos equipos enfermos estaban condenados a compartir los puntos. Un resultado finalmente rechazado por Ramaj, el portero del Amsterdam, que golpeó con el puño a Sarr en la cara tras una salida aérea tan incomprensible como desaprovechada. Una bendición para Aubameyang, que no tembló en los últimos momentos para ofrecer la victoria a su equipo (4-3, 93º) y distinguirse con un hat-trick incluidos dos penales. Al final del suspenso y de la locura desordenada, los marselleses se clasifican para los octavos de final de la competición y jugarán esta tarde por la primera plaza, que les pertenece, contra el Brighton (ganador de Atenas por 1-0) durante la última jornada de grupo B.