La inflación en la zona euro debería seguir descendiendo en los próximos meses gracias a la caída de los precios de la energía y las subidas de tipos, pero todavía hay «incertidumbres considerables», advirtió el viernes la presidenta del BCE, Christine Lagarde.
“Esperamos que la inflación en la zona euro siga bajando (…). Sin embargo, esta perspectiva sigue rodeada de incertidumbres considerables”, dijo en un discurso ante las reuniones de primavera del FMI y el Banco Mundial, publicado en el sitio web del BCE. Tras un repunte el año pasado, ligado a la subida de los precios de la energía y la recuperación post-coronavirus, la inflación retrocedió desde la caída en la zona euro, gracias a un paréntesis en los mercados de la energía y un descenso de las tensiones de suministro.
Este movimiento continuará «dadas las presiones sobre los precios que se están desvaneciendo y el endurecimiento de la política monetaria que está frenando cada vez más la demanda», según Christine Lagarde. Sin embargo, el “crecimiento histórico de los salarios”, ligado a la baja tasa de desempleo y las “compensaciones por inflación”, debería seguir “apoyando la inflación”, atemperó. Sin embargo, el BCE se mantiene cauteloso con sus pronósticos debido a la existencia de “muchos riesgos, tanto al alza como a la baja”, advirtió Lagarde.
“Presiones más fuertes sobre las cadenas de suministro o aumentos mayores de lo esperado en salarios o ganancias podrían promover una mayor inflación”, dijo. Mientras los precios de la energía están cayendo, los precios de los alimentos «siguen subiendo», señala el funcionario. Por el contrario, «las tensiones en los mercados financieros y la caída de los precios de la energía podrían acelerar la desinflación», según Christine Lagarde.
La misma precaución para la actividad económica: «Las perspectivas de recuperación siguen siendo frágiles en medio de la continua incertidumbre», dijo. A pesar de caer durante cinco meses consecutivos, la inflación se mantiene en un nivel muy alto, en el 6,9% en marzo en la zona euro. El BCE no espera volver a su objetivo a medio plazo del 2% hasta 2025. Para contrarrestar la inflación, la institución ya ha subido sus tipos de referencia en 3,5 puntos porcentuales desde julio y no cuenta con que se detenga allí.