El gigante británico de la auditoría EY, que había formalizado en septiembre un plan para escindir su negocio de consultoría, anunció este martes el abandono del proyecto por la oposición de su filial americana, pero mantiene a la vista la idea de la separación.
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“El comité ejecutivo estadounidense ha decidido no continuar con el diseño” de este plan denominado “Proyecto Everest”, y “dada la importancia estratégica” de la sucursal de EY en Estados Unidos para llevarlo a cabo, “paramos los trabajos en el proyecto”, según una nota de la dirección global del grupo.