Los obispos católicos reiteraron su oposición a una posible enmienda legislativa hacia una «legitimación de la eutanasia o el suicidio asistido», abogando por una mejor «gestión de la dependencia por vejez», el martes 28 de marzo en Lourdes. En una declaración solemne publicada con motivo de su asamblea plenaria en Lourdes, el episcopado llama a una «verdadera dinámica paliativa, prestando atención a cada persona en su unidad y con su entorno», juzgando que los cuidados paliativos han conocido un desarrollo ciertamente “significativo” pero “todavía insuficiente”.

“Oímos a muchos cuidadores afirmar enérgicamente que “la mano que cuida no puede en ningún caso ser la que da la muerte”. Escuchamos a muchos observadores de nuestra sociedad, con diversas opiniones filosóficas y afiliaciones religiosas, advertir contra el mandato de renunciar a la vida que la facilidad jurídica y económica de la “asistencia activa al morir” impondría a las personas frágiles, agregan.

“Oímos la revuelta, la ira, el sentimiento de injusticia que resuenan ante el sufrimiento y la muerte como llamados a una mayor fraternidad y como búsqueda de esperanza (…), pero en ningún caso como legitimación de la eutanasia o asistida”. Suicidio”, dicen. C’est pourquoi l’épiscopat appelle à ce que «le débat en cours sur la fin de vie constitue l’occasion positive d’un progrès significatif de l’accompagnement et de la prise en charge notamment de la dépendance due au grand âge dans nuestro país».

La libertad “sólo puede desarrollarse si el valor de la vida de todos es plenamente reconocido y respetado. Es en ese marco protector que conviene implementar todas las formas posibles de asistencia activa a la vida, concluyen. Una “convención ciudadana”, que reunió a miembros sorteados, trabajó estos temas durante varios meses y debe emitir un dictamen a principios de abril destinado a asesorar al gobierno.

Los obispos abrieron este martes esta asamblea plenaria con el objetivo de tomar nuevas medidas sobre el “funcionamiento de la Iglesia” para prevenir la violencia sexual, un tema “prioritario”. Estas propuestas se relacionan con la formación de seminaristas, el “acompañamiento de obispos o sacerdotes” en sus funciones, el acompañamiento de “responsables” en agresiones sexuales, el “compartir buenas prácticas ante casos denunciados”, o aún parte de la confesión. .

“Muchas de ellas dan forma y estructura a los procesos ya en marcha y dan mayor alcance a las decisiones que se toman. Otros nos hacen nuevas sugerencias, que sin duda requerirán trabajo en nuestras diócesis”, continuó el arzobispo de Reims. «Trabajaremos esta tarde (martes) y mañana (miércoles) para generar propuestas susceptibles de ser adoptadas» al final de la sesión, agregó. Efectivamente, el episcopado tendrá que decidir, por votación, el jueves y el viernes. “La lucha contra el abuso es un tema prioritario (…). No sufre que lo pospongan para más tarde. Hay una dimensión de urgencia y la necesidad de tomar decisiones que vayan en la dirección correcta”, dijo Alexandre Joly, obispo de Troyes, durante una rueda de prensa.