Este fin de semana se espera que una gran nube de polvo de arena procedente del desierto del Sahara abarque todo el territorio francés. Llegará a Francia mediante una corriente de aire caliente procedente de África, transportando grandes cantidades de arena. Por tanto, el cielo estará cargado de polvo, con un tinte amarillento.
Francia no es el único país afectado por el polvo del Sahara. Grecia se encontraba a principios de semana bajo la arena, con altas temperaturas y aire con mucho polvo, especialmente en las ciudades de Atenas y Salónica. Los neumólogos incluso habían advertido sobre los riesgos que las nubes de polvo suponen para la salud.
Suiza también se vio afectada por las nubes de polvo. Allí se había lanzado una alerta por partículas finas.
La llegada del polvo sahariano degrada enormemente la calidad del aire. El sábado 30 de marzo, gran parte del sur de Francia quedó bajo arena, lo que provocó “el umbral de alerta” en las regiones afectadas.
En caso de lluvia, las precipitaciones y las partículas se mezclan y crean depósitos grisáceos. La nube de polvo generada por el movimiento de las partículas de arena hacia Europa también hace bajar las temperaturas porque atenúan los rayos del sol.
El polvo será arrastrado antes del final del fin de semana por un viento que lo desplazará hacia el centro de Europa.