Enviado especial a Marsella
En vísperas del Francia-Chile previsto para el martes por la noche a las 21 horas, todavía quedaban muchas plazas para el último encuentro de los Bleus antes de la lista de la Eurocopa. El último recuento calcula la asistencia esperada en Marsella entre 45.000 y 49.000 espectadores. Durante la jornada del martes seguirán a la venta entradas que oscilan entre los 29 y los 120 euros. La FFF espera superar la marca de 50.000 personas en un recinto con capacidad para… 67.000. ¿Cómo se explica que los subcampeones del mundo no jueguen con el estadio lleno, como ocurrió el sábado por la noche en Lyon contra Alemania, con casi 57.000 espectadores presentes en el estadio Groupama? Varios elementos explican esta situación.
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El calendario del OM, con la recepción al Paris SG el domingo para el Classic de la Ligue 1, y luego la llegada del Benfica el 18 de abril en los cuartos de final de la Europa League, es un primer argumento. La relativa fama del rival de los ‘bleus’, 42º en el ranking de la FIFA, incluso con la presencia de Alexis Sánchez, que pasó por La Canebière, es otra. Tres días antes, Kroos, Wirtz, Havertz e incluso Gundogan y Musiala llegaron al estadio Groupama… El cartel de esta concentración de marzo estaba en Lyon, no en Marsella. Los seguidores lo entendieron bien.
Se han propuesto otras explicaciones. La tardía programación del encuentro no favoreció los desplazamientos de los aficionados franceses, con un partido a mitad de semana. Por último, aparte de Jonathan Clauss, y en menor medida William Saliba o Mattéo Guendouzi, ex jugadores de la casa ahora en el Arsenal y la Lazio Roma, pocos jugadores del OM juegan con la selección de Francia. A diferencia del Paris SG, el club más representado con Kylian Mbappé, Randal Kolo Muani, Ousmané Dembélé, Warren Zaire-Emery y Lucas Hernandez. No es fácil para un aficionado del Marsella, estos jugadores – la mayoría de ellos serán suplentes – el martes, antes de pitarlos el domingo. La esquizofrenia futbolística tiene sus límites.