Francia llamó «a consultas» a su embajador en Azerbaiyán, «debido a que Azerbaiyán ha llevado a cabo en los últimos meses acciones unilaterales perjudiciales para las relaciones» entre los dos países, anunció el martes por la tarde el Ministerio francés de Asuntos Exteriores en un comunicado de prensa.
“El Presidente de la República recibió hoy a nuestro embajador sobre este tema. Lamentó las acciones de Azerbaiyán y expresó el deseo de que la parte azerbaiyana aclare sus intenciones”, añade el comunicado de prensa difundido por la tarde.
Las relaciones entre Francia y Azerbaiyán se han deteriorado en los últimos meses, y el jefe de Estado azerbaiyano, Ilham Aliev, acusó a París de apoyar a Armenia en el conflicto territorial entre Ereván y Bakú por la región de Nagorno-Karabaj. “Francia reitera su apoyo a la normalización de las relaciones entre Azerbaiyán y Armenia, respetando el derecho internacional y la integridad territorial de los dos países. Esta normalización beneficiará a ambos países y a toda la región”, continúa el Quai d’Orsay en su comunicado de prensa.
Durante 30 años, Armenia y Azerbaiyán, dos ex repúblicas soviéticas, han estado en un conflicto territorial por Nagorno-Karabaj. En septiembre, Bakú lanzó allí una ofensiva relámpago que condujo a la capitulación de los separatistas armenios. Desde entonces, casi toda la población armenia de la región (más de 100.000 personas de 120.000) ha huido a Armenia.
Los dos vecinos ya se habían enfrentado en dos guerras por el control de este territorio. Bakú y Ereván anunciaron recientemente su deseo de normalizar sus relaciones. En este asunto, Francia, país anfitrión de una gran diáspora armenia, dijo que estaba dispuesta a participar en los esfuerzos de mediación, al tiempo que mostró su apoyo inquebrantable a Armenia.
A principios de abril, París deploró la prórroga de la prisión preventiva en Azerbaiyán de un ciudadano francés acusado de espionaje, acusaciones que las autoridades francesas han rechazado “categóricamente” en varias ocasiones. Tres semanas después de su detención, Bakú anunció la expulsión de dos diplomáticos franceses, antes de que Francia anunciara una medida recíproca idéntica al día siguiente, culminando fuertes tensiones en las relaciones bilaterales.