Francia necesitará cerca de 400.000 viviendas adicionales al año hasta 2030, principalmente debido a la «relajación de los hogares», debida en particular a los divorcios y al envejecimiento, según un estudio presentado el martes en París. La reducción del tamaño de los hogares significa que “el stock inmobiliario es movilizado por personas solas” y el fenómeno es “subestimado” por los poderes públicos, estimaron los autores del estudio realizado por la Unión Nacional de Desarrolladores (Unam) y la Escuela Superior de Profesiones Inmobiliarias (Espi).
«La caída demográfica no implica una caída de la demanda; al contrario, el fenómeno de la relajación pesa tres veces más sobre las necesidades que el fenómeno de la demografía», confirmó a la AFP Paul Meyer, delegado general nacional de la Unam Île-de- Francia. “Ciertas administraciones dicen a los políticos que “no tiene sentido invertir en vivienda, mañana no será necesario”. Es falso. Y eso es lo que queremos demostrar”, añadió.
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La demanda potencial, que antes estaba impulsada principalmente por el crecimiento demográfico, ahora resulta principalmente de la reducción del tamaño de los hogares (38% del total). En Île-de-France, este fenómeno representa una necesidad importante (29% del total). En París, la relajación se ve alimentada por la presencia de numerosos hogares unipersonales compuestos por jóvenes estudiantes y jóvenes trabajadores o por hogares separados. Pero en Fontainebleau (Seine-et-Marne) o Rambouillet (Yvelines), este fenómeno se debe principalmente al envejecimiento de su población.
“Los proyectos que realizamos hoy deben integrar el envejecimiento, es fundamental. Se habla poco de ello en los documentos urbanísticos”, explicó a la AFP Arnaud Pautigny, presidente de la Unam Île-de-France. El efecto es menos marcado en el resto de los suburbios parisinos, particularmente en el este y el norte, donde viven familias con niños. En el resto de Francia, existe una importante necesidad de vivienda en torno a grandes metrópolis como Lyon, Burdeos, Toulouse, Nantes o Rennes, debido al atractivo de estas grandes ciudades y al fenómeno de descentralización que están experimentando.
