El Kremlin estimó el miércoles 12 de abril que la filtración de documentos estadounidenses clasificados sobre la guerra en Ucrania podría estar compuesta de hecho por «falsos» destinados a «engañar» a Rusia como parte de una campaña de desinformación de Washington.
En esta etapa, «no tenemos posición (…) Tal vez sea un ‘falso’, una intoxicación deliberada», reaccionó el viceministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Ryabkov, citado por las agencias de noticias rusas. “Dado que Estados Unidos es una parte integral del conflicto (en Ucrania) y en realidad está librando una guerra híbrida contra nosotros, tales métodos son posibles para engañar al enemigo, es decir, a la Federación de Rusia”, argumentó además.
Por su parte, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo a los periodistas el miércoles que Rusia desconocía en este momento “el nivel de autenticidad de los documentos”. Documentos estadounidenses clasificados aparecieron a fines de la semana pasada en línea, una filtración que, según el Pentágono, representaba un “riesgo muy grave” para la seguridad nacional de Estados Unidos.
Entre otras informaciones, estos documentos evocan en particular las dudas de los Estados Unidos sobre las posibilidades de éxito de la contraofensiva ucraniana en preparación. AFP no pudo confirmar la autenticidad de estos documentos clasificados. Las relaciones ruso-estadounidenses están en su punto más bajo y continúan deteriorándose debido al asalto ruso a Ucrania.
Habiendo sufrido una serie de fracasos militares y pérdidas muy grandes, Moscú ahora presenta este conflicto como una guerra de poder orquestada por Occidente contra Moscú, los europeos y los estadounidenses que apoyan a Ucrania militar y financieramente. Dmitri Peskov también señaló que incluso antes de la filtración de los documentos estadounidenses, Moscú había establecido la presencia en Ucrania de “muchos instructores de países de la OTAN, en particular del Reino Unido, y que los combatientes estaban participando en los combates”.