Un exjefe del Partido Comunista Chino de Hangzhou, donde tiene su sede el gigante de Internet Alibaba, recibió una sentencia de muerte suspendida luego de ser declarado culpable de aceptar $25 millones en sobornos, dijeron el martes medios estatales.
La lucha contra la corrupción está en el centro de la política del presidente Xi Jinping, con más de 1,5 millones de funcionarios afectados según cifras del gobierno.
Zhou Jiangyong, exsecretario del Partido Comunista de Hangzhou, fue condenado a muerte con una suspensión de dos años, informó la cadena estatal CCTV. El tribunal lo declaró culpable de aceptar más de 182 millones de yuanes (25 millones de dólares) en sobornos, según esta fuente. En China, las sentencias de muerte suspendidas generalmente se convierten en cadena perpetua si el acusado no es condenado por otros delitos durante la sentencia suspendida.
Zhou Jiangyong fue investigado en 2021 y el Financial Times de Gran Bretaña informó al año siguiente que Ant Group, la subsidiaria financiera de Alibaba, había obtenido un descuento en la compra de propiedades después de invertir en empresas de pagos móviles propiedad del hermano de Zhou. El tribunal determinó el martes que Zhou Jiangyong se aprovechó de varios puestos en la provincia de Zhejiang, a la que pertenece la ciudad de Hangzhou, e intercambió favores en la construcción y adquisición de terrenos a cambio de sobornos. Zhou Jiangyong «aceptó una gran cantidad de sobornos y causó pérdidas particularmente graves a los intereses del país y del pueblo, y merece un castigo severo de acuerdo con la ley», informó CCTV.
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Se ha dicho que la represión de la corrupción es una limpieza muy necesaria de los órganos estatales y del partido, pero los críticos dicen que también es una forma de que el presidente Xi Jinping se deshaga de sus rivales políticos. El fundador de Alibaba, el multimillonario chino Jack Ma, ha mantenido un perfil bajo durante dos años y medio después de las críticas públicas al regulador chino que había puesto a su grupo en la mira del poder.
En particular, las autoridades chinas frenaron una gigantesca salida a bolsa en Hong Kong de Ant Group, la filial de pago de su grupo, mientras que la empresa matriz Alibaba fue posteriormente multada con 2.300 millones de euros por abuso de posición dominante.