Funeral de Estado en honor al expresidente Jimmy Carter en Estados Unidos
En un emotivo funeral de estado en la catedral nacional de Washington, cinco presidentes estadounidenses se reunieron para rendir homenaje al expresidente Jimmy Carter, fallecido a los 100 años en su estado natal de Georgia.
Unidad nacional en un momento de división
Jimmy Carter, el 39º comandante en jefe de Estados Unidos, trajo un breve momento de unidad nacional a un país dividido cuando el presidente entrante, Joe Biden, y el saliente, Donald Trump, se unieron para despedir juntos a Carter. Los expresidentes Barack Obama, George W. Bush y Bill Clinton también estuvieron presentes en la solemne ceremonia.
Carter, que logró negociar un acuerdo de paz entre Israel y Egipto, recibió elogios por sus esfuerzos humanitarios tras dejar la presidencia y un Premio Nobel de la Paz en 2002. Su política hacia América Latina reflejó su compromiso con los derechos humanos y la justicia.
Un hombre decente
El presidente Joe Biden elogió a Carter como «un hombre decente» que veía el mundo con empatía y honestidad. En una entrevista, Biden destacó la integridad y el compromiso de Carter con la verdad y la justicia, valores que marcaron su vida como servidor público y líder mundial.
Un legado de liderazgo y servicio
El funeral de Carter se celebró en la catedral neogótica de Washington, donde también se despidieron otros expresidentes estadounidenses. A pesar de los desafíos de su mandato, Carter fue recordado como uno de los servidores públicos más decentes y humildes de la historia del país.
Con la presencia de miles de personas en el oficio religioso, designado día de luto nacional, se rindió homenaje a la vida y legado de Carter. Su entierro en Georgia, junto a su esposa Rosalynn, marca el final de una era para Estados Unidos, recordando al último presidente de la «Generación más Grande» con respeto y gratitud.
En definitiva, Jimmy Carter fue mucho más que un presidente. Fue un ejemplo de liderazgo a través del servicio, la compasión y la justicia para todos, dejando un legado perdurable para las generaciones futuras. Su honestidad, humildad y dedicación a los demás lo convierten en un modelo a seguir para todos aquellos que aspiran a un mundo mejor y más justo.