Los franceses continúan con sus esfuerzos de conservación de energía. En términos de gas, el consumo está en caída libre un 27,7% durante el período agosto-noviembre en comparación con el mismo período de 2018, es decir, antes de la crisis sanitaria del Covid-19. «Al neutralizar los efectos climáticos, observamos una caída del 22,2%», señaló el martes GRTgaz, que anunció que reanudaría la publicación de su panel de consumo de gas, lanzado el invierno pasado en plena crisis energética.

El gestor de la red de transporte de gas observa que “esta caída del consumo bruto es consecuencia de una reducción del consumo de gas en todos los sectores”. En detalle, el consumo cayó un 25,8% (13,7% ajustado por el clima) en la red de distribución pública (hogares y profesionales). Un descenso “vinculado tanto a un clima más templado que en 2018/2019 como a los esfuerzos de sobriedad de los consumidores”, precisa GRTgaz. Entre los grandes industriales directamente conectados a la red de transporte de gas, se estima en un 25,7%, “en relación con su sobriedad”.

El descenso es aún más significativo en lo que respecta al uso de gas en centrales eléctricas (-41,3% respecto a 2018). Se trata de «la combinación de una disponibilidad de centrales nucleares que vuelve a los niveles observados en 2015-2019, una producción significativa de energías renovables y la sobriedad de los consumidores de electricidad», enumera GRTgaz. Una evolución notable respecto al año pasado, marcada por un aumento en el consumo de las centrales de producción de electricidad alimentadas por gas (54,4% respecto a 2021), debido a la indisponibilidad de las centrales nucleares.

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Esto no impidió que el consumo global de gas cayera un 9% durante el año. Una caída ligada a “un clima templado, el aumento de los precios y la sobriedad de los consumidores (bajo el impulso del plan de sobriedad del gobierno)”, explicó GRTgaz. Para el próximo invierno, las proyecciones son menos alarmistas que en la misma época del año pasado. “El sistema gasista francés es capaz de abastecer el consumo y garantizar el tránsito de gas hacia los países vecinos, sea cual sea la intensidad del invierno”, aseguraron el mes pasado los directivos GRTgaz y Teréga. Sin embargo, es posible que a finales del invierno se produzcan tensiones en caso de una ola de frío tardía.

Si los gestores quieren estar tan tranquilos es, en particular, gracias a las reservas de gas, que hasta la fecha están llenas al 100%, según cifras de Gas Infrastructure Europe. Estas reservas representan alrededor de un tercio del consumo anual de gas en Francia. Cabe señalar, sin embargo, que los escenarios estudiados por los gestores para el próximo invierno suponen el mantenimiento del nivel de sobriedad observado durante el invierno de 2022-2023. Por tanto, seguirá siendo necesario ahorrar en calefacción y agua caliente.