El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, en el centro de una crisis diplomática con Israel, negó el martes 27 de febrero haber calificado la ofensiva israelí en Gaza de “holocausto”, afirmando que se trataba de una “interpretación” de sus declaraciones de Benyamin Netanyahu. . «No utilicé la palabra ‘Holocausto'». «‘Holocausto’ fue (una) interpretación del primer ministro israelí, no fue la mía», dijo Lula en una entrevista con el canal RedeTV, según un extracto difundido. “No esperaba que el gobierno israelí entendiera esto porque conozco a este ciudadano… desde hace algún tiempo. Conozco su ideología”, añadió, refiriéndose a Benjamín Netanyahu.

El 18 de febrero, Lula acusó a Israel de participar en un “genocidio” en la Franja de Gaza, lo que desató una tormenta diplomática. “Lo que está sucediendo en la Franja de Gaza no es una guerra, es un genocidio”, declaró Lula al margen de una cumbre de la Unión Africana. “Lo que está sucediendo en la Franja de Gaza con el pueblo palestino no ha sucedido en ningún otro momento de la historia. De hecho, esto ya sucedió: cuando Hitler decidió matar a los judíos”, añadió. Israel protestó por estas declaraciones y declaró a Lula persona non grata, exigiendo sus disculpas. Las autoridades israelíes también convocaron al embajador de Brasil en Tel Aviv. Por su parte, Brasil llamó a consultas a su embajador y convocó al embajador de Israel en Brasilia.

Lula repitió el martes que el Primer Ministro Netanyahu “está llevando a cabo un genocidio contra mujeres y niños” en la Franja de Gaza, diciendo que era un “hecho histórico”. «El gobierno israelí realmente quiere eliminar a los palestinos» de este territorio, afirmó.

El presidente de izquierda, cuyo país preside este año el G20, había condenado previamente «los atentados terroristas» del 7 de octubre, cuando combatientes de Hamás mataron a 1.160 personas, en su mayoría civiles, y secuestraron a unas 250 en el sur de Israel, según un recuento de la AFP. Basado en datos oficiales israelíes. Pero critica cada vez más abiertamente la respuesta militar israelí, durante la cual murieron casi 30.000 personas en Gaza, la gran mayoría civiles, según el Ministerio de Salud del territorio palestino liderado por Hamás.