Le Figaro Burdeos

Auténticas trampas naturales de arena, las dunas francesas son la barrera más eficaz contra la erosión que amenaza nuestras costas. Sin embargo, se están viendo socavados por el cambio climático y, en particular, por el aumento del nivel del agua y la destrucción de sus ecosistemas. Para proteger estos espacios esenciales, la Oficina Nacional Forestal (ONF) puso en marcha una original operación de sensibilización con varias localidades de la costa atlántica.

Estas actuaciones consisten en dar nueva vida a los árboles de Navidad tras las fiestas, utilizando sus ramas para reforzar la duna. Este miércoles, en la playa de Salie Sud, en La Teste-de-Buch (Gironda), los niños CM1 y CM2 que integran el consejo municipal de juventud participaron en uno de estos “proyectos de cobertura”. Diez clases de escuelas primarias también trabajaron como voluntarias en la ciudad. Los niños son supervisados ​​por agentes de la ONF mientras colocan estos árboles en la duna.

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“Damos a las personas la oportunidad de tomar medidas concretas a favor del medio ambiente. Es un ejemplo para el público en general del trabajo de ingeniería ecológica que los técnicos de la ONF realizan en la costa de Nueva Aquitania para preservar las dunas y los bosques costeros”, explica Cédric Bouchet, técnico forestal de la ONF en La Teste-de-Buch. El objetivo de este depósito de árboles de Navidad es “recrear las condiciones favorables al desarrollo de la cubierta vegetal natural”, precisa la ONF, “gracias a la acción combinada de la parte aérea de las plantas, que provoca el depósito de arena en tránsito, y su enraizamiento que refuerza la superficie dunar.

Además de La Teste-de-Buch, otros dos municipios de Gironda (Vendays-Montalivet y Carcans) y de las Landas (Capbreton y Messanges) participan en esta operación anual. En La Teste, es la quinta vez que se lleva a cabo la acción “Abetos para nuestras dunas”, con innegable éxito. Quince contenedores con una capacidad de 8 a 10 m³ recogieron los árboles de Navidad naturales de la localidad, sin flocados ni adornos, del 27 de diciembre al 14 de enero. Luego fueron transportados por trabajadores forestales a Salie.

Más allá de esta operación concreta y de la conciencia medioambiental, las dunas requieren un mantenimiento regular, con el fin de «restaurar el entorno dunar y curar los sectores erosionados», añade la ONF. Estos “entornos excepcionales y frágiles”, que representan más de 378 kilómetros de costa, están protegidos en Francia desde principios del siglo XIX. El proceso de reciclaje de árboles de Navidad en Nueva Aquitania es sólo un ejemplo de las técnicas que se aplican desde hace mucho tiempo, como la plantación de oyats o la instalación de vallas de madera a modo de cortavientos.