Le Figaro Burdeos

Se tomó ADN masculino de la escena del crimen, pero nunca encontró coincidencia con los datos policiales. Cuatro años después del doble asesinato de sus padres y la violación de su madre la noche del 14 al 15 de diciembre de 2019 en su casa de Izon (Gironda), la investigación está estancada. Ninguno de los sospechosos entrevistados fue acusado. Por ello, las hijas de Sylviane y Jean-Claude Muller decidieron lanzar una recaudación de fondos en línea para financiar los servicios de un detective privado. “Las respuestas no traerán de vuelta a nuestros padres, pero nos permitirán llorar y aclarar nuestras mentes. Con mi hermana mayor nos preguntamos todos los días: ¿por qué? Esto plantea mil una preguntas y nos hace dudar, a veces incluso a quienes nos rodean”, confía Margaux Muller a Le Figaro para explicar su enfoque.

“Desde el principio no hemos tenido pistas serias”, afirma uno de sus abogados, el maître Arnaud Dupin. «No se trata de una desconfianza hacia los investigadores, pero ante una cierta admisión de la impotencia de la justicia, estamos obligados a considerar todas las perspectivas… Un crimen atroz no puede quedar impune. » El día después del crimen, Margaux Muller, entonces estudiante, encontró a sus padres muertos cuando simplemente fue a lavar la lavadora. Desnudos, con varias puñaladas, sus cuerpos fueron trasladados tras su muerte y “escenificados” en el dormitorio conyugal, testifica la joven, ahora de 27 años.

Para esperar encontrar una pista que se les hubiera escapado a los investigadores, las hermanas Müller necesitan 15.000 euros. Una suma que no pueden pagar solos. “Asumo la responsabilidad por mi cuenta, ya no hay nadie que me ayude”, subraya el huérfano para justificar su petición de ayuda. Esta idea de pedir solidaridad le fue sugerida en los comentarios a los artículos que relataban su drama. Abierto desde junio, el fondo de premios cuenta con más de 300 participantes, que ya han permitido a las dos hermanas recaudar cerca de 5.000 euros.

Si las donaciones superan el objetivo, a las jóvenes les gustaría financiar la limpieza de la escena del crimen. La casa familiar, que estuvo sellada hasta que quedó manchada por un robo en diciembre de 2021, se encuentra en un estado lamentable. Los restos de sangre no se han limpiado, porque para ello es necesaria la intervención de una empresa privada, que cobra 2.000 euros: una cantidad que las hermanas Müller no han podido gastar por el momento. Confiada a un juez de instrucción, la investigación judicial continúa en paralelo.