«Es el Parlamento el que vota la ley y no la administración Bercy», criticó el martes el presidente del Senado, Gérard Larcher (LR), en sus felicitaciones a los senadores, pidiendo, frente a Gabriel Attal, un «diálogo más interactivo». entre el Parlamento y el ejecutivo”.

«Señor Primer Ministro, le dije a Elisabeth Borne que no era aceptable que el 49.3 ignorara semanas de trabajo y cientos de propuestas serias y responsables», declaró Larcher a Attal, sucesor de Borne.

“El uso del 49.3 fue previsto en nuestra Constitución para concluir un debate parlamentario que no puede concluirse de otra manera, no para oscurecerlo o acortarlo. Están en juego la vitalidad de nuestra democracia y la confianza de los ciudadanos en el buen funcionamiento de nuestras instituciones”, insistió el presidente de la cámara alta del Parlamento.

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La primera ministra Elisabeth Borne utilizó veinte veces el arma constitucional del 49,3 para permitir la adopción sin votación de los textos presupuestarios de su gobierno, que no contaba con mayoría absoluta, a veces desde el inicio de los debates. De este modo, el Gobierno pudo adoptar enmiendas que a veces ni siquiera habían sido discutidas en comisión, como la relativa a la ventaja fiscal concedida a las federaciones deportivas, incluida la FIFA, en el presupuesto de 2024, finalmente declarada inconstitucional.

Larcher también pidió tomarse el tiempo para «legislar bien», señalando el calendario muy ajustado del proyecto de ley de inmigración: «cuidado con el abuso de procedimientos acelerados o la convocatoria de comités conjuntos en una emergencia como en diciembre». el esta estresado. Refiriéndose a la cuestión de la reforma constitucional deseada por el ejecutivo, Larcher explicó que el Senado podría abordar «con seriedad y objetividad» un proyecto de revisión con el objetivo de «innovar en términos de descentralización», precisando pensar «en Nueva Caledonia». «.

Sin embargo, no dijo nada sobre la constitucionalización de la interrupción voluntaria del embarazo (aborto), que debía ser presentada ante los parlamentarios reunidos en el Congreso el 5 de marzo. El presidente del Senado también expresó a Attal su deseo de que “se cumplan los compromisos asumidos por el gobierno anterior”, sin duda en alusión a la reforma de la Asistencia Médica Estatal (AME) prometida por Elisabeth Borne.