Activistas de Greenpeace arrojaron casi una tonelada de algas verdes el lunes 10 de julio por la mañana frente a la prefectura de Finisterre para señalar la responsabilidad del Estado en esta contaminación crónica de las playas de Bretaña, señaló un fotógrafo de la AFP en el lugar.
«Granjas-Fábricas: ni aquí ni en otra parte», proclamaba una gran pancarta amarilla extendida sobre un montón de algas verdes, frente a la prefectura de Quimper. “Bretaña contaminada: Estado culpable”, decía otra pancarta llevada por activistas con overoles blancos, algunos con máscaras antigás, desde las 7:00 a.m.
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En las puertas de la prefectura también se colgaron grandes fotos de granjas industriales y playas contaminadas. “Estamos aquí para denunciar este modelo de ganadería industrial que, ante la crisis ambiental y climática, nos está llevando directo al muro, y que ya no queremos, ni aquí ni en ningún otro lado”, explicó Sandy Olivar Calvo, en encargado de la campaña agrícola a Greenpeace, citado en un comunicado de prensa. «El Estado debe asumir sus responsabilidades e iniciar una salida de la agricultura industrial estableciendo una moratoria en todos los nuevos proyectos para crear o ampliar granjas industriales en Francia».
Presentes en el mar en su estado natural, las algas verdes proliferan en las bahías de Bretaña, donde se nutren del estiércol que esparcen los agricultores en los campos, y cuyos excedentes son transportados por los ríos costeros. Frecuentemente comercializadas bajo el nombre de “lechuga de mar”, estas ulvas, sin riesgo cuando están frescas, emiten al descomponerse un gas letal, el sulfuro de hidrógeno (H2S).
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Con esta acción en Quimper, Greenpeace pretende denunciar la proliferación de «granjas industriales». La asociación se sumó recientemente al colectivo que lucha contra la ampliación de la pocilga con 12.000 cerdos Avel Vor, en Landunvez (Finisterre). Se interpuso un recurso para cancelar la regularización de la ampliación por parte del prefecto en noviembre de 2022, pero fue impugnado dos veces por la justicia administrativa. En el país de Léon, al norte de Finisterre, la cría de cerdos supera en algunos lugares los 3000 cerdos por km². Bretaña ocupa el sexto lugar en Europa por el tamaño de su rebaño de cerdos.