La Fiscalía de Guatemala consideró este viernes «nulas» las elecciones presidenciales ganadas en agosto por Bernardo Arévalo por supuestas irregularidades, provocando la ira de la Organización de Estados Americanos que denuncia un «intento de golpe de Estado». La fiscal, Leonor Morales, afirmó durante una conferencia de prensa que las investigaciones demostraron que hubo “anomalías en la redacción del acta de cierre del conteo de votos” y que, por lo tanto, “las elecciones del presidente, del vicepresidente, del los diputados (…) quedan automáticamente nulos de pleno derecho. El Tribunal Supremo Electoral (TSE) validó los comicios y confirmó que Bernardo Arévalo podría, como estaba previsto, asumir el cargo el 14 de enero.

Pero el fiscal Morales explicó que el acta no había sido aprobada “por el pleno” del TSE, por lo que no debería haber sido utilizada para registrar los resultados. El titular de la Fiscalía Contra la Impunidad, Rafael Curruchiche, presente en la conferencia de prensa, aseguró que se debe cancelar toda “la información que quedó registrada en el acto de clausura y las papeletas en todas las mesas electorales”. “Esta información penal la presentaremos al Tribunal Supremo Electoral para su análisis en los próximos días” y será él quien “tomará la decisión al respecto”, dijo. El TSE por su parte afirmó que los resultados de las elecciones presidenciales son “oficiales e inalterables”. Los funcionarios electos “deben tomar posesión” en enero próximo “de lo contrario se produce una ruptura del orden constitucional”, declaró la presidenta del TSE, Blanca Alfaro, durante una conferencia de prensa.

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Las acusaciones del viernes constituyen, según partidarios de Bernardo Arévalo, un nuevo intento de la fiscalía encabezada por la fiscal general Consuelo Porras (incluida en una lista de actores corruptos por Estados Unidos), para impedir que el presidente electo en agosto llegue al poder. . Bernardo Arévalo sorprendentemente ganó las elecciones presidenciales gracias a un programa para luchar contra la corrupción. La secretaría general de la OEA, organismo con sede en Washington y que cuenta con 35 Estados miembros, consideró que “los actos y declaraciones de los fiscales Rafael Curruchiche y Leonor Morales constituyen una revisión del orden constitucional del país, una infracción del ‘estado de derecho’. ley y una violación de los derechos humanos del pueblo de su país». «El intento de invalidar las elecciones generales de este año constituye la peor forma de desintegración democrática y la consolidación de un fraude político contra la voluntad del pueblo», añadió la OEA.

A mediados de noviembre, la Fiscalía solicitó levantar el fuero de Bernardo Arévalo y su vicepresidenta electa Karin Herrera por un caso de ocupación de una universidad pública de mayo de 2022 a junio de 2023. Otras maniobras de las autoridades judiciales permitieron la suspensión de su partido político. Estados Unidos, la Unión Europea, la ONU y la OEA han criticado duramente en repetidas ocasiones las acciones de la fiscalía contra el presidente electo. La oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Guatemala expresó “preocupación por acciones que parecen destinadas a socavar la integridad del proceso electoral y el estado de derecho”.

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Bernardo Arévalo encabezó el jueves una manifestación “anticorrupción” que reunió a miles de personas en la capital y también pidió la destitución de la fiscal general Consuelo Porras. “Marchamos unidos por este país que prosperará a pesar de los corruptos”, declaró durante esta “Marcha por la Democracia” entre gritos de “¡Fuera los corruptos!”. “Esta democracia débil y frágil que hemos tenido, que ha sido vulnerada de diferentes maneras, sin embargo ha logrado crear el espacio necesario para que los guatemaltecos hablemos y digamos nunca más, nunca más corrupción”, afirmó.