El Ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, indicó el domingo que su visita a Washington estaría dedicada en particular a mantener la «ventaja militar» de Israel en Oriente Medio, en el contexto de la guerra en Gaza. «Durante mi visita, me centraré en preservar la ventaja militar cualitativa de Israel y en alcanzar nuestros objetivos comunes: la victoria sobre Hamás y la devolución de los rehenes» retenidos en Gaza desde el atentado del 7 de octubre, declaró el Ministro en la pista del aeropuerto, antes de tomar rumbo a la capital americana.
Esta visita tendrá como objetivo «preservar la ventaja militar cualitativa del Estado de Israel, nuestra capacidad de obtener» ciertos dispositivos armamentísticos, afirmó. También se centrará en mantener “los vínculos esenciales con Estados Unidos, y la importancia de alcanzar nuestros objetivos en Gaza (…) y garantizar las necesidades de seguridad de Israel, vinculadas a la Franja de Gaza y al Líbano”. Este viaje, por invitación de su homólogo y “amigo” Lloyd Austin, “es un viaje muy importante”, afirmó Yoav Gallant, quien también deberá reunirse con el secretario de Estado, Antony Blinken, el asesor de seguridad nacional, Jake Sullivan, y el director de la CIA.
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Desde la década de 1960, Estados Unidos ha mantenido una política de “Qualitative Military Edge” (QME), o “ventaja militar cualitativa”, según la cual Washington garantiza que Israel tenga el mejor equipo militar de la región. Por iniciativa del Congreso en 2018, este beneficio se convirtió en ley estadounidense. Esta visita será la primera de Yoav Gallant a Washington desde el inicio de la guerra entre su país y Hamás. Se produce justo después de la gira de Antony Blinken por la región, durante la cual advirtió que una ofensiva terrestre israelí en la ciudad de Rafah, en el sur de Gaza, «corre el riesgo de aislar aún más a Israel a nivel mundial».
El viernes, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, le informó que Israel estaba dispuesto a llevar a cabo esta ofensiva en Rafah, donde se hacinan 1,5 millones de habitantes de Gaza, incluso sin el apoyo de Washington. El 7 de octubre, comandos de Hamás infiltrados desde Gaza llevaron a cabo un ataque en el sur de Israel que dejó al menos 1.160 muertos, en su mayoría civiles, según un recuento de la AFP basado en datos oficiales israelíes. En represalia, Israel lanzó una campaña militar que dejó 32.226 personas muertas en la Franja de Gaza, la mayoría civiles, según el Ministerio de Salud de Hamás.