La cámara alta del Parlamento ruso votó el miércoles 12 de abril una ley que facilita la movilización de los rusos en el ejército, un texto validado en dos días por el legislador y que ahora espera la firma de Vladimir Putin. El Kremlin niega que este sea el comienzo de una nueva movilización de reservistas para el frente ucraniano.
Según la nueva ley, ahora se puede movilizar a un reservista electrónicamente, a través de un portal de los servicios públicos rusos, o incluso si se da la orden a un tercero. Hasta entonces, las invitaciones debían entregarse en mano. Muchos rusos que podrían ser movilizados hasta ahora han escapado a la citación al no ir más a su dirección oficial. Esto pronto ya no será posible.
El texto fue adoptado de corrido, la Duma (cámara baja), habiéndolo aprobado en pocas horas el martes 11 de abril. Cuestionado este miércoles sobre el tema, el portavoz del Kremlin Dmitri Peskov defendió el afán de las autoridades al estimar que “estos documentos” eran “extremadamente importantes”.
Según él, esta nueva ley debe ante todo «arreglar» el «prostíbulo» observado en las oficinas de registro militar durante la movilización ordenada en septiembre de 2022. Esta nueva ley ha causado un gran revuelo entre parte de la población, algunos la ven como prueba de que se está preparando una nueva ola de movilización, mientras Rusia lucha con su asalto a Ucrania.
Una vez que el texto entre en vigor, cualquier ruso movilizado “será considerado refractario”, delito punible con prisión, si “se niega a recibir su citación o si no puede ser contactado”. Tras negar que estuviera preparando una movilización, Rusia convocó, tras una serie de reveses militares, a 300.000 reservistas para combatir en Ucrania. Decenas de miles o incluso cientos de miles de rusos también han huido del país por miedo a tener que ir a luchar.